Sebastian Vettel se sobrepuso a una serie de problemas con la dirección de su Ferrari y ganó el domingo un tenso Gran Premio de Hungría, para extender su ventaja en el campeonato mundial respecto de Lewis Hamilton, de cara al receso de mediados de año en la temporada.
El alemán, cuatro veces campeón de la Fórmula Uno, consiguió una buena salida desde la posición de privilegio, y evitó que su compañero de escudería Kimi Raikkonen lo rebasara en una larga recta antes de la primera curva.
En la pista Hungaroring, donde rebasar suele ser una tarea complicada, el finlandés Raikkonen tuvo pocas oportunidades de tomar la punta después de eso.
Pero Vettel fue afectado por el problema de dirección durante más de media carrera. Ello permitió que los Mercedes se acercaran a Vettel y a Raikkonen, quien debió moderar la velocidad ante las complicaciones del alemán.
Con todo, Vettel conservó la punta y se llevó su 46ta victoria de por vida. Raikkonen defendió su puesto para que Ferrari hiciera el 1-2.
Raikkonen se valió de su experiencia para resistir el embate de Hamiltón, quien terminó cuarto, detrás de su compañero en Mercedes, Valtteri Bottas.
Poco antes, el finlandés Bottas permitió que Hamilton lo rebasara a fin de atacar a los Ferrari. Poco antes de la meta, en una muestra de deportivismo, el británico abrió espacio para que Bottas lo pasara.
Max Verstappen, de Red Bull, se ubicó quinto, luego de sacar de la carrera a su compañero Daniel Ricciardo en la primera vuelta.
El mexicano Sergio Pérez ocupó el octavo puesto, uno encima del otro piloto de Force India, Esteban Ocon.