Una ex oficial de la Armada con experiencia en combate dice que se siente furiosa de que el presidente Donald Trump diga que los veteranos de guerra como ella no son aptos para servir en las fuerzas armadas.
Otro transgénero asegura que no se irá sin pelear.
Soldados transgéneros, activos y fuera de servicio, se pronunciaron en torno al anuncio que Trump hizo en Twitter de que no se admitirá más a la población transgénero en las fuerzas armadas.
Estas son sus historias:
Una ofensa para valores militares
Paula M. Neira, quien se fue de la Armada en 1991 e inició la transición para convertirse en mujer, dice que la enfureció el anuncio de Trump, que le hizo revivir malos recuerdos a esta oficial de la Armada que sirvió en el 11 de septiembre del 2001.
“A nadie que está dispuesto a defender nuestro país se le debería decir jamás que no es apto por los perjuicios de otra gente y no por razones militares”, manifestó.
Se planta firme
Ruby Akbarian, de 26 años, advirtió que no se irá de las fuerzas armadas sin dar pelea.
“Soy un soldado como cualquier otro”, afirmó.
Agregó que sus superiores lo apoyaron cuando se cambió de mujer a hombre.
“Todos están dolidos, asustados”, declaró. “Se trata de la vida de la gente. De personas que se enrolaron hace casi 20 años y a las que quieren echar, sin que puedan jubilarse todavía”.
«Destrozada»
Alaina Kupec, oficial del servicio de inteligencia de la Armada de 1992 a 1995, dijo que se sintió “destrozada” al enterarse del anuncio de Trump. Tiene 48 años y se hizo mujer en el 2013.
“Me entristece por los soldados transgéneros que están sirviendo en todo el mundo y que abnegadamente protegen nuestro país”, dijo Kupec, quien vive en Orange, Nueva Jersey.
«De nuevo en las sombras»
Vanessa Sheridan, veterana de la Fuerza Aérea, dice que la población transgénero siempre sirvió en las fuerzas armadas, pero que ahora van a tener que ocultar sus identidades.
“Mi principal preocupación es que los transgéneros van a tener que volver al armario”, expresó Sheridan, directora de relaciones con los trangéneros y enlace con la comunidad del Center on Halsted de Chicago.
‘Despedido con un tuit»
El capitán Jacob Eleazer, de 31 años, sirve en la Guardia Nacional de Kentucky y trabaja como terapeuta en Lexington. Se tomó el día para analizar la nueva situación.
“Me despidieron con un tuit”, afirmó, aludiendo a que Trump anunció la novedad en su cuenta de Twitter. “La verdad, fue algo bastante inesperado”.