Aunque la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente fue decretada por Nicolás Maduro, ya no depende de él suspenderla a pesar de la enorme presión que viene ejerciendo, internamente, la oposición y, externamente, organizaciones internacionales y los principales países del continente, en especial Estados Unidos, Argentina, Brasil, Colombia y México.
Así lo considera el Dr. Américo Martín, profesional del Derecho, escritor y analista político, al ser consultado por EL IMPULSO en relación al anunciado paro de 48 horas de este miércoles y jueves, precisamente para rechazar la votación unidimensional del proyecto constituyente por parte del oficialismo.
Materialización del rechazo
Por una parte, explica, la oposición ha venido enfrentando el proyecto constituyentista no sólo mediante movilizaciones en todo el país, sino materialmente como quedó demostrado el pasado domingo 16 de julio cuando más de siete millones y medio de electores, en carne y hueso, participaron en la consulta soberana, que causó favorable impresión en diversas partes del mundo.
Ahora se ha anunciado un paro de 48 horas ininterrumpidas y no un paro indefinido para ofrecerle al Ejecutivo nacional la posibilidad de que tenga tiempo de suspender sus proyectadas elecciones de candidatos escogidos por el oficialismo para llevar a cabo esa Constituyente.
Además, se ha presentado la presión internacional, sobre todo de por lo menos veinte países de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Mercosur. Estados Unidos, Argentina, Brasil, Colombia y México han venido expresando sus opiniones en forma muy contundente sobre la necesidad de llegar a una solución a la crisis después del primero de abril cuando se desataron las manifestaciones públicas y el registro de muertes, heridos y detenidos.
Contra el Gobierno existe la amenaza de presiones económicas muy severas por parte de los Estados Unidos y también se han producido opiniones de otros países que podrían agravar la crisis económica y social del país si se llegan a aplicar. Es por ello que Maduro se encuentra en una situación muy difícil, que se le torna desesperante a medida que transcurren las horas hacia el próximo domingo. Por la otra, la presencia del ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presuntamente llamado por el propio Gobierno venezolano, tiene como objetivo plantear la celebración de una mesa de diálogo a través de la cual el oficialismo pueda llegar a una negociación con los factores de la oposición. Dentro del esquema de conversaciones estaría incluidos los puntos relacionados con una salida electoral, el reconocimiento de la Asamblea Nacional y la anulación de las decisiones tomadas por el Tribunal Supremo de Justicia que han provocado el choque entre los poderes públicos. De igual forma estaría la suspensión o eliminación de la Constituyente.
Conflicto interno
Pero, observa el Dr. Martín, ya la paralización o anulación de la convocatoria de la Constituyente, convocada vía decreto por Nicolás Maduro y aceptada inmediatamente por el Consejo Nacional Electoral que ya ha organizado la celebración de las elecciones para el domingo 30 de este mes y, al mismo tiempo, el Plan República ha sido activado para ese proceso, no depende del jefe del Ejecutivo nacional.
Y eso es así porque existe ya un conflicto muy grave dentro del oficialismo por el enfrentamiento inocultable entre Diosdado Cabello y Maduro.
Cabello se aferra a la Constituyente y se niega a discutir cualquier asunto que pueda suspender el proceso.
Las aspiraciones de Cabello
La razón es porque Cabello aspira a ser presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, ya que de acuerdo con el sentido plenipotenciario que se le ha querido dar tiene como decisión inmediata disolver todos los poderes constituidos.
De hacerlo, Cabello se convertiría automáticamente en el Poder Ejecutivo y de hecho dejaría a un lado a Maduro.
Esa pugnacidad se acrecienta cada vez más en estos días y temiendo lo peor, como es perder el poder, Maduro estaría buscando la forma de lograr el diálogo.
Yo, dice el Dr. Martín, no tengo respuestas para saber qué podría pasar de aquí al domingo porque hay apenas algunos indicios de parte de la oposición y del Gobierno.
La oposición ha logrado tener el apoyo internacional que nunca logró alcanzar antes y sobre todo de los países más importantes del continente y de las organizaciones internacionales.
Y ha recibido cada vez con mayor solidez el apoyo popular materializado el 6 de diciembre de 2015 cuando fue electa la Asamblea Nacional, el 16 de julio con la consulta soberana y luego con el paro de 24 horas.
El Gobierno no ha querido reconocer todas esas manifestaciones y es por ello que ahora se plantea un nuevo paro de 48 horas, que indudablemente genera gran expectativa tanto dentro como fuera del país.
La incógnita militar
Hay elementos incógnitos por los momentos que no sabemos cómo se despejarán como son el malestar que existe en el seno de los componentes de la Fuerza Armada y la cúpula de la misma, cuya cabeza públicamente ha expresado su apoyo al Presidente de la República.
La sensatez de la oposición no pide que haya un Golpe de Estado, porque nadie desea que los militares asuman la conducción del país.
Lo que sí se ha venido planteando y en esto ha sido muy firme la oposición es que la institución armada acate la oposición y la respete.
