Pese a que desde las primeras horas de la tarde de este lunes las calles del sector Los Cardones y la entrada-salida por el lado este de Barquisimeto estaban bloqueadas con barricadas, ningún organismo de seguridad acudió al sitio para despejar las vías y, en consecuencia, no se produjeron enfrentamientos con los manifestantes.
Sí se presentó de manera sorpresiva una comisión del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ejecutó arrestos e irrumpió en las áreas comunes de uno de los edificios del Parque Residencial El Manantial.
Los jóvenes de la autodenominada resistencia estaban reunidos en las adyacencias de la torre D cuando los funcionarios los emboscaron. Llegaron distribuidos en una camioneta doble cabina, un Jeep, varias motos y un Chevrolet Corsa negro. Dispararon perdigones y capturaron a seis individuos.
Según el parte oficial de la GNB, los detenidos fueron Rubén Eladio García Bravo, Gustavo Enrique Bolanco Hernández, Luis Fernando Loga Guerrero, Victoria Capo Plaza, Daniel Palacios y Ana María Barazarte. Estos últimos madre e hijo, joven a quien, presuntamente, hirieron en una pierna antes de llevárselo. A todos los señalaron por el delito “terrorismo”.
Mientras algunos castrenses ejecutaban los arrestos unos pasaron por la puerta del estacionamiento y otros rompieron parte del enrejado que bordea al edificio –el mismo que acababan de reparar los inquilinos luego de que uniformados de Polilara lo derribaran la semana pasada- y recorrieron el estacionamiento y el jardín, áreas de donde extrajeron, según los datos de la GNB, un aproximado de 900 bombas molotov y 200 litros de gasolina, 49 escudos, 11 morteros de fabricación artesanal, 12 pares de guantes, seis chalecos antibalas de fabricación no industrializada, 30 metros de guaya, 100 metros de mecate y siete artefactos pirotécnicos.
La operación la realizaron, según lo indica la minuta, porque “un grupo numeroso de terroristas” ha encabezado actos como violaciones a la zona de seguridad de la 14 Brigada de Infantería Mecanizada, el secuestro del conductor de una gandola de Pdvsa, ataque con armas de fuego a efectivos militares, secuestro de tres soldados y el asedio a transeúntes y habitantes de la zona.
Mientras eso sucedía desde los apartamentos gritaban los residentes para repudiar la irrupción en la propiedad privada, protesta que los castrenses respondieron apuntando hacia las ventanas de donde provenían los reclamos y del lado de la entrada por la segunda transversal otros funcionarios dispararon perdigones, tal como lo testimoniaron los vecinos. Con lenguaje agresivo, comentó una habitante de la torre, un funcionario ordenaba a los residentes que no salieran de los apartamentos.
Presunto infiltrado
Se comentó en el lugar que antes de la llegada del Conas uno de los jóvenes estaba hablando con un hombre que vestía una franela azul, quien presuntamente era un infiltrado. Este, al parecer, sirvió de señuelo para distraer a los muchachos.
Debido a que parte de los funcionarios ingresaron por la puerta del estacionamiento sin forzarla, algunos vecinos consideraron como posibilidad que en la torre alguien había cooperado con el organismo de seguridad.
Vulnerables
Por ser el Parque Residencial El Manantial, en el sector Los Cardones, un conjunto habitacional colindante con la entrada-salida este de la capital larense quienes allí están domiciliados encuentran difícil levantar barricadas permanentes como medida de protección. De modo que se sienten vulnerables a que hechos como el sucedido ayer se repitan esta semana.
“Nos sentimos totalmente desamparados porque no tenemos a quién acudir”, declaró una inquilina.
En casi cuatro meses de protestas contra el Gobierno episodios como este han sido recurrentes en la urbanización, unos más graves que otros. Entre los peores se cuentan lo sucedido los primeros días de abril cuando la GNB entró y rompió espejos, carteleras y parabrisas de los carros; también, el derribamiento de portones con tanquetas, en mayo.