Hoy vamos a abordar un tema, un tanto delicado y espinoso pero no por ello menos importante, además de gravitar de manera permanente en el devenir de nuestra historia republicana.
Así tenemos como en el pasado, integrantes del componente militar venezolano, tuvieron un papel protagónico en las distintas dictaduras que colmaron de oprobio, vergüenza y destrucción a toda la población.
Sin embargo, durante estos últimos 18 años el régimen actual ha procedido a la militarización de su estructura orgánica y estos funcionarios, se han convertido en coautores de la implantación de la ideología comunista, que predica y practica este gobierno.
Ahora bien, esta combinación militarista y comunista que caracteriza al gobierno nacional, especie de réplica del régimen cubano, no ha mostrado a la fecha resultados positivos, todo lo contrario, el país ha desbocado en una grave crisis en todos los órdenes y en eso el componente militar ha tenido mucha participación.
Por otra parte, es harto conocido como en los aspectos más importantes de la administración pública han sido incorporados militares: Alimentación, medicinas, petróleo y minería, viviendas, vehículos, Banca, Institutos autónomos, Ministerios, Gobernaciones, Alcaldías y en ningún caso se conoce de destacados resultados.
No obstante, todo este calamitoso desempeño administrativo se queda corto cuando observamos una participación bestial y violenta de su parte al tratar de dispersar las manifestaciones de la oposición, utilizando para ello armas de fuego, bombas molotov, tanquetas y cualquier otro instrumento represivo que les ayude a cumplir sus objetivos.
Pero si hacemos un balance de todo cuanto ha ocurrido, nos encontramos con una cantidad de muertos nunca antes vista, miles de personas heridas y lesionadas, al igual que muchas detenciones arbitrarias y enjuiciadas en la jurisdicción militar, en su mayoría jóvenes estudiantes.
De tal manera, que el componente militar en otrora apreciado, admirado y respetado, hoy día muestra muy comprometida la aceptación y afecto de buena parte de la población venezolana, producto de su marcada participación en la instauración del comunismo en el país, la permisividad ante la viral injerencia cubana, incluyendo al sector castrense, y la disimulada complicidad en la corrupción y políticas erradas del gobierno.
En conclusión, el camino a transitar por el componente militar es largo y escabroso, comenzando por rescatar lo establecido en la Constitución Nacional: “ las Fuerzas Armadas deben ser apolíticas, obedientes y no deliberantes”, por lo cual deben despolitizar el lenguaje con el que identifican a cada estrato de su estructura, también deben reivindicar el tradicional color “verde oliva” y no permitir la alteración de la confección de los uniformes que los caracteriza y por último, deberían regresar a sus cuarteles al ejercicio de su profesión castrense, bien alejados de las actividades políticas y de gobierno, que los obligan a avalar a la actual dictadura comunista, con sus desmanes, atropellos y violencia en contra de la población disidente, no olviden que: “ el Honor es su Divisa “. Valor y Pa´lante.