Contrariamente a la opinión de muchos políticos y analistas quienes consideran que el pueblo venezolano solamente tiene bravura y coraje para enfrentar el oprobio de un gobierno despótico y autoritario pero que carece de madurez para enfrentar los escenarios de las urgencias politica, tenemos demostración cristalina y contundente que nuestro pueblo es portador de una gran sabiduría y una condición democrática profunda y de un alcance ético insuperable.
Cuando la Unidad Democrática diseñó como una estrategia de Movilización masiva la realización de una Consulta Popular, con la intención de calentar la Calle y acelerar la intensidad de las protestas en contra de la Constitituyente, el pueblo venezolano dio una demostración heroica de su alto nivel de conciencia ciudadana y transformó ese Plebiscito en un proceso electoral inédito y maravilloso que sorprendió a propios y extraños.
El Gobierno lo dejó pasar porque en sus cálculos sería un evento de muy poca participación porque las marchas estaban en un nivel bajo y la Calle se mantenía fundamentalmente con plantones y trancazos ante los cuales habría creado un modus vivendi por intermedio de una represión desmedida. Por su parte la Unidad Democrática se la jugó apostando a que sin importar el número de votantes, con poner gente en la calle haciendo colas y con buena cobertura por las redes sociales y los medios de comunicación disponibles, lograría el reimpulso de las muchedumbres para concentrar fuerzas camino a detener la Constituyente.
Pero la realidad fue que ese glorioso 16 de Julio del 2017 Venezuela se demostró a sí misma y demostró al mundo entero que su lucha es por salir del actual laberinto de muerte, hambre y violencia mediante el ejercicio pacifico del voto. En apenas dos semanas se organizó con recursos materiales precarios y humanos abundantes, todo un operativo que concluyô en una jornada digna de aparecer en los anales de la historia patria. Allí el pueblo dijo: Nuestro camino es el voto, no la violencia. Nuestro destino es la Democracia donde quepamos todos. Nuestra decisión es por la paz y no por la guerra.
Eso tienen que entenderlo quienes libran luchas cotidianas, valientes,altruistas,épicas,en varios sectores de ciudades importantes y a dibujo libre, pero que no han tenido el impacto global de esta Consulta donde participaron los cascos urbanos, las urbanizaciones clases medias y también los barrios populares, los caseríos de las zonas rurales, en fin, donde toda Venezuela se manifestó de manera pacífica y productiva dando un mensaje claro y precioso sobre su compromiso con el sistema democrático.
El Jueves 20 este pueblo volvió a expresarse de forma prístina e inequívoca sobre su voluntad de caminar por las rutas de la armonía y de la paz. La Unidad Democrática convocó a un Paro Nacional y este fue cumplido en alrededor de un 80 por ciento. Todos los Estados, sus capitales y ciudades más importantes acogieron este llamado y lo hicieron suyo. En Paz, en silencio, la familia venezolana se quedó en sus hogares y las calles y demás sitios públicos del país quedaron vacios. Venezuela demostró que a cada llamado democrático en el cual se tenga la Paz como valor fundamental, contará con su mayoritario apoyo. El Pueblo es Bravo pero también sabio. Entendamos y cumplamos sus mensajes para evitar más violencia y muerte. Quien habla claro no necesita interpretes y el Pueblo está hablando con absoluta claridad.