Por la puerta del Sol – Poder versus autoridad (1)

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Cuando los déspotas ostentan el poder político, religioso, social o económico, se creen dueños de la verdad, de la vida y libertad de los otros. Cualquier ignorante, cualquier cobarde o andrajoso puede llegar al poder; en la historia podemos ver a hombres que llegaron allí y pronto demostraron de cuánta perversidad, ruindad y torpezas estaban revestidos, ¿Por qué? porque no conocen la virtud llamada autoridad que saben utilizar políticos, religiosos, empresarios y jefes de familia, cuya gran cualidad es que tienen inteligencia, habilidades, rectitud y experiencias especiales. De allí que no cualquiera puede emplear la autoridad para ser obedecido con gusto, servirle con respeto y mantener alimentado eso que se llama relaciones humanas. Quien sabe hacer sabe mandar, quien sabe ser autoridad sabe hacerse obedecer. La autoridad acepta lo que cada uno es, su paciencia va influyendo sobre los demás, permitiéndoles crecer, sin imposiciones.

Nada marcha tan armónicamente ni tiene tanto éxito en la política, en la iglesia, en la empresa, en sociedad y en la familia, como el respeto de todos entre todos, la colaboración, apoyo y servicio de todos trabajando para todos. El poder puede comprarse, venderse o cederse como si fuera una cosa, en cambio la autoridad ni se compra ni se vende, se va forjando sobre la gente. Empresas, familias, iglesias y sociedades que funcionan, tiene que ver con las relaciones humanas que actúan y se mueven allí. Esa es la gran ganancia de los hombres que son líderes de verdad que saben manejar el arte de construir relaciones que funcionen. En este campo como en el de la ciencia interesan más los resultados que las teorías.

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Quienes ostentan el poder, tienen la capacidad de acabar con las relaciones humanas, de desgastar la amistad y arruinarlo todo. El descontento del hijo al crecer bajo la dominación se manifiesta en la adolescencia. No hay nada más hermoso que ayudar a crecer con el ejemplo, la paciencia y el cariño; el descontento de los empleados es una rebeldía en cubierta; los pueblos se rebelan ante el poder que exige obediencia mientras los pisotea, los ofende y mata de hambre.

Si nos centramos en hacer la tarea en la familia, en la empresa y en el gobierno como si lo importante fuéramos solo nosotros sin tomar en cuenta a los otros en la toma de decisiones, nos encontraremos con cambios permanentes de rebeldía y protestas de los que están alrededor. Compromiso, confianza, calidad y relación con los otros, es más importante que el resultado.
La clave del liderazgo está en llevar a cabo las tareas asignadas fomentando las relaciones humanas. La mayoría de los líderes del puesto en que se encuentran, se orientan más hacia la práctica y el quehacer que hacia el que trabaja. Este es el poder que manda y exige olvidando las relaciones humanas. Si no hay trabajadores no hay negocio, si se pierde la confianza del pueblo se acaba el apoyo, si se van los clientes se van a otro negocio donde les satisfagan sus necesidades. Si no tenemos la capacidad de satisfacer las necesidades de los que están bajo nuestra responsabilidad, otro lo hará. Clientes, empleados, propietarios y proveedores es el seguro para que todo funcione. El ser humano siempre espera ser tratado con dignidad y respeto. Se habla mucho del daño que hace a las familias la parte económica deficiente, cosa que no es cierta, porque lo que destruye un matrimonio es la falta de comunicación, de confianza y pobreza de las relaciones dentro del hogar; para poder hablar hay que escuchar al otro.
Capítulo final la semana entrante.
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