El gobierno venezolano reportó este jueves normalidad en la estatal petrolera Pdvsa ante el paro cívico de 24 horas convocado por la oposición contra el presidente Nicolás Maduro.
Durante una «inspección» a instalaciones de Pdvsa en el estado Monagas para verificar la operatividad, el presidente de la compañía, Eulogio del Pino, dijo que los trabajadores se encuentran en sus puestos.
«Aquí está Pdvsa rodilla en tierra (comprometida) con nuestra patria, con nuestra revolución, con nuestra Asamblea Nacional Constituyente, que va el 30 de julio», señaló del Pino a través de la televisora gubernamental VTV.
La oposición convocó al paro como parte de una ofensiva para obligar a Maduro a retirar la Constituyente, cuyo sistema de elección de asambleístas considera un «fraude» para controlarla y hacer reformas que le garanticen la permanencia en el poder.
Se trata de la intensificación de una ola de protestas que deja 97 muertos en casi cuatro meses.
Rodeado de decenas de trabajadores del complejo gasífero El Furrial, el titular de Pdvsa se refirió específicamente a un proyecto de conversión profunda, en Puerto la Cruz, donde según él corrieron rumores sobre un cese de actividades.
«Ayer decían que había un intento de paro, pero ahí estaban más de 5.000 trabajadores esperando en las entradas» de la instalación, sostuvo.
La industria petrolera representa la columna vertebral de la economía de Venezuela, al aportar 96% de sus divisas. El país produce 1,9 millones de barriles diarios de crudo, prácticamente su único producto de exportación y del cual posee las mayores reservas del mundo.
«Esta es una columna indestructible», expresó Del Pino, quien indicó que las inspecciones continuarán a lo largo del día para «demostrarle a esa derecha apátrida que no van a volver más nunca» a tener el control de Pdvsa.
El ministro consideró cosa del pasado el paro petrolero que se llevó a cabo entre diciembre de 2002 y febrero de 2003 contra el entonces presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013, quien lo denunció como un intento de golpe de Estado.
«Antes había una dirigencia sindical apátrida que se ‘acompinchó’ (confabuló) con (la patronal) Fedecámaras y los apátridas políticos para atentar contra el país», afirmó el directivo.
La caída de los precios del petróleo a partir de 2014 profundizó la crisis económica, caracterizada por una escasez crónica de alimentos y medicinas, tres años seguidos de contracción y una inflación que según el FMI podría trepar a 720% este año.