Escribo este artículo el jueves 13 de julio. No sé qué habrá pasado el domingo 16, pero intuyo que la población se volcó a participar en la consulta popular y que el gobierno hizo lo que pudo para impedirlo. Una consulta consagrada en la Constitución se convierte en una piedra de tranca que hay que impedir o boicotear cueste lo que cueste.
Sabemos las respuestas que dará el gobierno a los distintos sectores. A los venezolanos que fuimos a votar tratará de desmoralizarnos. Nos dirán que fuimos manipulados, que fue inútil haber participado porque los resultados no son comprobables, que el mismo resultado se hubiera dado aún sin que hubiéramos ido a colocar nuestros votos, etcétera, etcétera, etcétera. A quienes no votaron les dirán que la abstención es una demostración de desacuerdo con la maniobra golpista. En alguna parte aparecerá la pregunta de quién financió todo esto y la respuesta será la de siempre: la derecha apátrida, los gobiernos extranjeros de la OEA interesados en acabar con la revolución, etcétera, etcétera, etcétera. A la comunidad internacional le dirán que la consulta fue ilegal, sin valor, que el poder que la convocó está en desacato, que como no participó el CNE el resultado es inauditable, que como van a destruir los cuadernos nunca se sabrán los resultados y que todo estuvo organizado para dar la apariencia de un respaldo abrumador. En cualquier caso, el mensaje será que no se metan, que como extranjeros no tienen derecho a interferir en los asuntos internos de Venezuela.
A los militares les dirán que esto no es vinculante ni mandatorio. Que no tiene autoridad ni puede ser tomado como un fundamento para tomar ninguna acción contra el gobierno legítimo. Que la Asamblea Nacional está sola en esta conspiración y que obedecerla sobre la base de una consulta popular no vinculante, no es una justificación para desobedecer.
Pero todos sabemos que quien ataque la legitimidad de la convocatoria hecha por la Asamblea Nacional, abre la puerta a desvirtuar la legitimidad del 19 de abril de 1810, el resultado de una convocatoria hecha por rebeldes habiendo escogido diputados que estaban para aquel momento en contra del poder constituido.
Estamos en el principio de un reto que culminará en la nueva independencia. Que nada nos desvíe de ese propósito.
@cjaimesb