Tuvimos la oportunidad de observar y ejecutar con beneplácito dos actividades de alta relevancia en lo social y político en toda Venezuela, pero en especial en la región Centroccidental.
Transcurrieron prácticamente cuatro meses de anormalidad en el desarrollo nacional en términos generales y se llegó a este 16 de julio, cuando los venezolanos tuvimos la oportunidad con muy poco contratiempo y con la exclusiva arma de la cédula de identidad, huella dactilar y firma, en forma voluntaria y no bozaleada, de manifestar por el sistema legal que se quiere para Venezuela.
A los que quieren una nueva Constitución, según informaciones, nadie los molestó para que concurrieran a realizar su simulacro de elección y si bien es cierto tuvieron seguridad de organismos oficiales, todo transcurrió en sana paz, como debe ser; igualmente los que concurrieron a expresar el rechazo a esa Asamblea Nacional Constituyente no necesitaron ningún tipo de seguridad de organismos públicos. Todo transcurrió en sana paz, como debe ser.
Todo esto obliga a reflexionar en positivo, a esa inmensa población que la violencia no importa de donde venga es el arma de imposición en lo político y en lo social.
Como este es un problema exclusivamente venezolano debemos resolverlo los venezolanos y si esa palabra tiene significado de unidad, no puede haber tratamiento de esa odiada palabra de enemigo, es decir, a los venezolanos de todas formas y maneras se les tiene que tratar como ciudadanos venezolanos, aceptando todo tipo de beligerancia, respetando los derechos que por la Constitución y leyes actuales tienen garantizados.
En el mundo ha habido muchas guerras y como guerra al fin surge de la capacidad y voluntad de los beligerantes. Siempre se ha dicho que la guerra es la continuación de la política pero con otros medios y la guerra siempre la comienzan y la terminan los políticos, mas siempre ha ganado la guerra quien vence la voluntad combativa del beligerante, es decir, la capacidad de hacer y mantener la guerra es relativa.
Quiero en está oportunidad hacer esta acotación a todos los que me leen para recordarles que en esta consulta popular hubo un número muy significativo de voluntades que se manifestaron en contra de realizar una Asamblea Nacional Constituyente, con esa arma venezolana, pacífica y notoria, que recibe el nombre de cédula de identidad, por lo que es bastante difícil que con aviones, barcos, tanques, cañones, fusiles y pare de contar, dobleguen esa voluntad para imponer leyes que el gentilicio venezolano no las quiere y que dentro de esos aviones, barcos, tanques, cañones, y fusiles hay esa misma cantidad porcentual de ciudadanos venezolanos con esa arma que se llama cédula de identidad, que garantiza que somos venezolanos y que nos tratemos como amigos con una sola ley que nos dé el poder en el territorio, las costumbres, el himno, la bandera, el escudo, el idioma, la música.
Después de haber escrito este artículo con toda humildad hice la consulta a personas con mayor capacidad de análisis para buscar y acertar lo mejor sobre el acontecimiento y así caer lo menos posible en errores que solo conducen a la diatriba. Estoy orgulloso de esta manifestación pacífica. Quedó demostrado lo que siempre he tratado de comunicarles, que éste es un país de gente buena, unos muy pocos mal aconsejados y que en muy poco tiempo debe haber las correcciones y rectificaciones para que triunfen la unión y la prosperidad, sin venganza ni rencores.
Eso es lo que deseamos. Pronto lo lograremos, porque al fin la mayor preocupación de todos es que nos dejen quietos los malos consejeros. Todos sabemos quienes son, aquí hay capacidad, inteligencia y voluntad para entendernos y la verdadera lucha debe ser contra el hambre: que aparezcan los alimentos, las medicinas, que cese la mortalidad de niños que no tienen la culpa, por falta de alimentos, y que los servicios públicos puedan cumplir con sus obligaciones, que los pocos ingresos para los que tienen la suerte de tenerlo alcancen para la subsistencia.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país……
José Gerardo Mendoza Durán
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@JGMendozabargto