Los que se hacen llamar miembros de la resistencia acotaron que ellos no siguen los lineamientos de ningún partido político y la Hora Cero comenzaba este martes. La avenida Libertador fue obstaculizada desde la calle 54 hasta el elevado del Obelisco. Más de cinco cuadras cerradas desde las 3:00 de la mañana, aproximadamente.
Se conoció que fueron tres los intentos de los guardias nacionales de reprimirlos durante la mañana. Se presume que a las 6:00 a.m se acercaron cuatro motorizados, lanzaron un par de lacrimógenas vencidas –según mostraron miembros de la resistencia- y se retiraron. A las 7:00 a.m llegaron dos convoyes de funcionarios y comenzaron a reprimirlos con bombas lacrimógenas y perdigones, mientras la resistencia se defendía con sus cohetes y lograron la retirada de los sabuesos.
Una chica encapuchada le indicó a periodistas de EL IMPULSO que su paro es indefinido, hasta que salga Maduro, y que siempre se mantendrá alguien cerrando las vías y resguardando la seguridad de los que allí se encuentran. “Conciso y preciso, la calle sin retorno”, expresó.
Este grupo igualmente comentó que los opositores se cansaron de que los políticos no hicieran nada y decidieron actuar por su cuenta. En su opinión la sociedad civil y los siete millones de venezolanos que participaron en la consulta popular ya hicieron lo suyo, y lo que falta es que los políticos también pongan de su parte.
En plena calle 54, con un lanzacohetes en la mano se encontraba un amigo de la infancia de Nelson Arévalo, la décima víctima en Lara desde que iniciaron las manifestaciones. Su compañero lo recuerda y en su franela se guinda una chapa donde se encuentra impresa una fotografía de Arévalo; así mismo trae guindado el rosario que le comentó que jamás se quitará. Este encapuchado asegura que continuará con la lucha que Arévalo inició y cumplirá con su deber que es hacer vigilancia.
Las entradas a las urbanizaciones Obelisco, Metropolitano Javier y calle 54, fueron cerradas, lo que arrojó un inmenso tramo de tranca. Las mismas se encuentran resguardadas por los miembros de la resistencia y en medio de toda la vía colocaron distintos tipos de barricadas. Ya no es solo la basura y los troncos lo más utilizado, ahora los postes e incluso semáforos son también elementos que se visualizan en este tipo de protestas. La soledad en el lugar es notable, los locales comerciales ubicados en la zona permanecen cerrados y muy poco se ve caminando a los habitantes del sector. El sitio se convirtió en un gran cuartel protegido por sus escuderos del ataque de los organismos de seguridad.
Estudiantes encapuchados conversaban que paralizaron sus clases para dedicarse a la calle y a la lucha por su país. Incluso adultos mayores se encontraban junto a sus hijos, escondiendo su identidad detrás de una máscara, pero arriesgando su vida junto a ellos y para ellos, como comentaron.
Una señora que aparentaba unos 50 años, estaba junto a sus dos hijas e hizo hincapié en que cada día es mayor el número de personas que participan en estas manifestaciones.
“Aquí estaremos todos los días hasta que salgan los siete millones de venezolanos que aseguraron que quieren un cambio o hasta que salga Maduro, lo que sea que sea que pase primero. Y ya no nos llamen resistencia, porque los que están resistiendo son ellos, nosotros somos luchadores por Venezuela”.