Ante los más recientes anuncios de la Mesa de la Unidad Democrática nacional para esta semana, el politólogo Doriam González señala que a partir del 16 de julio se abrieron múltiples interpretaciones y nuevos retos para la coalición de partidos. La primera tiene que ver con la lectura del sentimiento de los ciudadanos con base en la participación obtenida el pasado domingo.
“Algunos dirán que el conflicto institucional debe atizarse, que la posibilidad del choque en la calle debe replantarse para avanzar y presionar aún más al Gobierno nacional. Otros dirán que es sobre la base de la negociación política y la presión de calle cívica que se allanará el camino para llegar a un punto intermedio y trazar una agenda de país”.
Dos de cada diez venezolanos se conectan con la protesta violenta asociada a la resistencia, menciona el entrevistado, según diversos análisis y encuestas.
Agrega que alrededor del 50 % de los venezolanos está de acuerdo con la protesta pero no con la violencia, vandalismo y similares. Por otro lado, vimos una masiva participación a la convocatoria democrática, legítima y constitucional, a partir de la organización decidida por el ciudadano de a pie.
“Tenemos dos vertientes que analizar. O continuamos con los llamados a la lucha, a la batalla y a la resistencia que implica la pérdida de vidas o asumimos un camino más constructivo a través de canales de participación y sobre la base de la legitimidad que otorga la ciudadanía para la resolución del conflicto”.
Subraya que al mismo tiempo el oficialismo adelanta una Asamblea Nacional Constituyente con propósitos meramente económicos que implican la aprobación del presupuesto nacional y el refinanciamiento de la deuda.
“Cuestión que me parece torpe porque en el escenario internacional la mayoría de los países del mundo están en contra de la Constituyente”.
Para González, cada uno de los polos en disputa subió suficientemente la vara como para tener mejor capacidad de negociación.
-La negociación, nos guste o no, va a ser inevitable en el país. El meollo está en que las figuras políticas tengan la capacidad de reunirse en el centro, tomar decisiones y avanzar.
Sin duda habrá detractores del diálogo y la negociación, pero la política va a prevalecer y eso será así porque la historia lo ha demostrado. En el caso de Sudáfrica, Mandela no trajo a Frederick de Klerk para que fuese su Presidente por ser Mandela una bonita persona, él entendió que si no alineaba a los líderes del apartheid, el Gobierno de transición no iba a tener sostenibilidad.
Considera que en el caso de Venezuela la sostenibilidad de cualquier Gobierno pasa por generar canales de consenso y negociación.
“Mientras los dos extremos sigan luchando por tener todo el poder no habrá democracia. La democracia es la distribución del poder y en el medio está la sociedad, que participa para decidir cómo distribuir esas cuotas de poder entre sus representantes”.
Destaca que el llamado a la Hora 0 no extingue la política.
-No se puede caer en los extremos, en eso de que es Hora 0, o negociación. La presión de calle debe mantenerse pero eso no extinguirá la política, es decir, las conversaciones se van a seguir dando, ya varios voceros de la oposición lo han dicho abiertamente, otros lo niegan para no asumir los costos políticos. Pareciera que el punto de inflexión es la Constituyente para poder avanzar.
Subrayó que la calle no se va a enfriar porque hay actores que renovarán la resistencia, que probablemente no vean la política como un mecanismo.
“Unos opositores quieren la calle y otros quieren hacer política, humildemente, prefiero la política porque no cuesta vidas, jóvenes que son víctimas de la soberbia política”.
Respecto a la no mención de cambios en el CNE en esos anuncios de la MUD expresó que la parte más gruesa del conflicto institucional está entre el TSJ y la AN.
“Si la estrategia del Gobierno es legal e institucional porque controla las instituciones la estrategia de la oposición es política-electoral porque tiene apoyo y respaldo popular en la calle. Cuando se incrementan los discursos radicales la consecuencia directa son jóvenes muriendo, cuando la política prevalece la consecuencia directa es el choque institucional, buscar medidas alternativas para elevar el costo del adversario y tener mejores condiciones en una negociación política”.