Una técnica pionera de rehabilitación que emplea gafas de realidad virtual (RV) permite «engañar al cerebro» y acelerar así la recuperación de pacientes con lesiones motoras para que recuperen el movimiento, ha explicado en entrevista la doctora en neurocontrol motor Charo Ortín.
Este método se basa en la neurovirtualidad, término con el que la experta define «el influjo que tiene la RV en los mecanismos plásticos de las neuronas» y cómo es capaz de convencerle de que lo que están viendo los ojos del paciente es su propia realidad. Ortín aplica esta técnica en el centro madrileño FOREN (Formación y Rehabilitación Neurológica), donde asegura haber tratado «con éxito» ya a cerca de cuarenta pacientes, después de tres años previos de estudio teórico.Mute
Durante ese período «descubrí el papel clave de las neuronas espejo, así llamadas porque imitan el movimiento o la emoción de la persona que tenemos enfrente» y un ejemplo de cuyo funcionamiento es el «contagio» de los bostezos. Estas neuronas también se pueden aplicar a la rehabilitación de los pacientes a través de un entrenamiento de RV que «engaña» al cerebro para que éste crea que la mano o el pie se mueven siguiendo sus órdenes, evitando así la plasticidad negativa.
Un paciente que ha quedado lesionado «sigue sabiendo cómo mover una mano o un pie, pero sus conexiones neuronales son débiles» y por ello el mandato que envía al cerebro «no obtiene resultado ya que la plasticidad de las neuronas, es decir, su capacidad para aprender o desaprender algo, se ha vuelto negativa», ha precisado esta especialista.
El método FOREN funciona de tal manera que, cuando el paciente trata de mover su extremidad lesionada, recibe una respuesta de su terapeuta -por electroestimulación, vibración o temperatura- mientras contempla a través de las gafas un vídeo en el que dicha extremidad se mueve realmente. Aunque no es la suya, su cerebro cree que sí gracias a «una congruencia y una sincronía perfectas» mediante las cuales el paciente se convence de que es él quien realiza el movimiento.
«Esto eleva su motivación y alegría» y contribuye hasta en «un 90% del tratamiento» para mejorar progresivamente la recuperación. Con un entrenamiento diario y gracias a una repetición exitosa, el sistema nervioso reaprende a moverse, reforzando las conexiones entre neuronas y «la plasticidad se vuelve positiva», resume Ortín.
Sin embargo, no todas las personas pueden ser sometidas a este tratamiento pues, según esta experta, se necesita «capacidad de imitación» -es decir, que su sistema de neuronas espejo esté intacto- y «voluntad de dejarse engañar, puesto que el engaño del cerebro es la base de esta técnica». Aunque cada paciente precisa un tiempo diferente para crear uniones «sólidas» en sus neuronas a base de repetición, «hemos hecho estudios donde se notan cambios sensitivos, motores o en la plasticidad de las neuronas después de trabajar mes y medio durante cuatro días a la semana».