Después de todos estos años, Wimbledon todavía saca lo mejor de Venus Williams.
Con una exhibición de saque y potencia, Williams avanzó a su novena final de Wimbledon, y primera desde 2009, al derrotar por 6-4, 6-2 a la británica Johanna Konta.
A sus 37 años, Williams es la finalista de mayor edad en el All England Club desde 1994, cuando Martina Navratilova fue subcampeona a esa misma edad.
También frenó el intento de Konta de convertirse en la primera mujer británica que gana Wimbledon en 40 años.
“No debería pedir algo más, pero pediré un título más. Un triunfo más sería increíble”, dijo Williams. “No va a ser algo que se dé por hecho, pero lo voy a dar todo”.
Williams intentará ganar su sexto título de Wimbledon, y octavo trofeo de Grand Slam en total, cuando enfrente en la final del sábado a la española Garbiñe Muguruza, quien arrolló por 6-1, 6-1 a la eslovaca Magdalena Rybarikova.
Su más reciente título de Wimbledon fue en 2008, cuando derrotó en la final a su hermana menor, Serena. Al año siguiente, perdió ante Serena.
Desde entonces, Williams reveló que le diagnosticaron síndrome de Sjogren, que puede menguar la energía a los que lo padecen y provoca dolor en las articulaciones. Con el paso el tiempo, surgieron interrogantes sobre si se retiraría, especialmente después de que perdiera media docena de partidos durante la primera ronda de torneos de Grand Slam. Pero la estadounidense siguió adelante, y últimamente ha vuelto a ganar.
Su repunte comenzó en serio en Wimbledon hace un año, cuando llegó a las semifinales. En enero, en el Abierto de Australia, Williams llegó a la final, donde perdió ante su hermana. Serena no participará en el tour durante lo que resta del año porque está embarazada.
El sábado, la 10ma preclasificada participará en su segunda final de Grand Slam de la temporada, el número 16 de su carrera, esta vez contra Muguruza, la 14ta preclasificada.
“Ella sabe cómo jugar, especialmente finales de Wimbledon”, dijo Muguruza, subcampeona de Wimbledon en 2015 y campeona del Abierto de Francia en 2016. “Va a ser otra final histórica”.
Williams llegó a Inglaterra unas semanas después de haber estado en un choque de dos autos en Florida; no mucho después, un pasajero del otro carro murió.