“Como ciudadano el pueblo deberá recuperar cada uno de sus derechos civiles y políticos y tendrá que comenzar a ser escuchado. El país tiene ahí más valor que todos los pozos petroleros juntos. La gente ha demostrado coraje para reclamar sus libertades, ha desafiado la muerte y la cárcel y la tortura. Ha dejado el cuero y sangre en las calles. Ese, definitivamente, no es un pueblo que pueda ser subestimado”.
Así lo expresó el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro Lemes, quien se hizo merecedor del máximo galardón que entrega la industria nacional, el Premio Emilio Conde Jhan, por su férrea defensa de la democracia venezolana.
En un mensaje vía Skype, señaló que se siente honrado por compartir el momento con otros galardonados, y con varias personalidades ilustres que recibieron este premio en el pasado. “Acepto este reconocimiento con humildad. Es un premio que lleva un gran nombre, un verdadero adalid de la industrialización”.
-No deja de ser paradójico: Venezuela es un país dotado de vastos recursos económicos, en el que su gente está privada de cosas tan básicas como alimentación y salud. En otras palabras, Venezuela es un país rico, pero su pueblo es pobre. No es casual que el tema de este evento anual sea Claves para la recuperación económica”, afirmó
Señala que la primera clave para la recuperación económica de Venezuela es el pueblo venezolano. Ningún proyecto político-económico puede olvidarse del pueblo. Es el principal problema actual del Gobierno, su desconexión total con las necesidades del pueblo, con lo que siente y quiere y con lo que pide; la lógica política de tratar al pueblo como una masa amorfa que uno puede moldear a su antojo es probablemente el error más grosero en el que se puede incurrir en política.
-El pueblo es ciudadano, trabajador, consumidor, creador. Variables claves de la economía, señaló, agregando que sin la recuperación del pueblo de Venezuela no existe recuperación posible de la economía.
Recomienda darle fuerza a la voz del pueblo, respeto a sus derechos, paz para construir su futuro, afirmando que ese será el principal motor de Venezuela.
-El pueblo trabajador de Venezuela deberá asumir sus derechos y sus responsabilidades. El Gobierno ha lumpenizado completamente la economía, ha saqueado la riqueza del país y ha enajenado sus recursos. Cuando desparecen los principios y valores, el que sufre su ausencia primero que nada es el trabajo, aseguró.
Advierte que la pérdida más dura que ha sufrido el país es la pérdida de trabajadores, es fundamental elaborar caminos de retorno para los que migraron, especialmente de los dos millones de venezolanos que se fueron del país en los últimos tres años. Es difícil para cualquier país absorber semejante pérdida.
Señala que el principal origen de los males que sufre un país es cuando su Gobierno no respeta ni las leyes del derecho ni las leyes de la economía.
Destaca que el deterioro de los derechos sociales y económicos del pueblo ha sido un proceso acelerado. El venezolano hoy sufre privaciones en sus necesidades básicas. Recuperar su capacidad de satisfacer las mismas es un imperativo impostergable para el país y la economía depende de que ello así suceda.
-Será necesario en este sentido el apoyo internacional y este deberá canalizarse a través de un sistema de transferencias condicionadas recogiendo las lecciones aprendidas por planes similares adoptados e implementados con éxito en otros países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Uruguay, etc,asegura.
Para recomponer la actividad económica recomienda tener un horizonte de predictibilidad y de reducción de riesgos a las decisiones de consumo, inversión y producción de la población, advirtiendo que para ello es necesario una reestructuración de la deuda pública y un plan tributario y fiscal que garantice la sustentabilidad de las cuentas públicas.
Asegura que la democracia es el principal instrumento de desarrollo. Las variables de prosperidad se pegan absolutamente al funcionamiento de la democracia.
-Para ello es fundamental reinstitucionalizar el país, darle a cada institución el papel que constitucionalmente le corresponde en el Estado de Derecho. El Estado deberá reconvertirse en un sistema funcional basado en el mérito y el talento de cada uno. Sin instituciones sanas y fuertes y apegadas a derecho es imposible el funcionamiento de la economía. Sin instituciones eficientes es imposible generar eficiencias productivas y de comercio exterior, destaca.
Recomienda combatir la corrupción despiadadamente, señalando que ningún corrupto es amigo de la democracia. Señala asimismo que el país deberá hacer un esfuerzo durísimo para mejorar las condiciones de seguridad de su gente.
-Venezuela para recuperarse necesita primero que nada un Gobierno legítimo, necesita elecciones libres, la liberación de todos los presos políticos, el respeto a la Constitución y a las leyes devolviendo sus poderes a la Asamblea Nacional y detener la ilegítima y antidemocrática convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, señaló Almagro.