Tras finalizar este miércoles la CVIII Asamblea Anual de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, leyó el documento final de dicho evento, en el cual se expresa la preocupación de la Iglesia católica venezolana por la actual situación del país.
«Queremos ratificar nuestro compromiso con los que más sufren. Hacemos nuestros los clamores de la gente que se siente golpeada por el hambre, la falta de garantías para la salud, la falta de medicinas y la inseguridad en todo sentido. El pueblo pide le sea respetada su voluntad democrática y lo estipulado en el orden jurídico y constitucional», señaló Moronta.
El vicepresidente de la CEV refirió que la Iglesia alienta todos los esfuerzos que se puedan realizar a favor de la paz y la convivencia basados en la ley del amor fraterno. «Acompañamos a los jóvenes y estudiantes que son defensores con sus propias vidas de la libertad y la actual Constitución», aseveró.
Indignante la Constituyente
Por su parte, el secretario de la CEV, monseñor Víctor Hugo Basabe, calificó la propuesta del presidente Nicolás Maduro de realización de la Asamblea Nacional Constituyente como «indignante» para el pueblo venezolano. «La crisis se agrava con la Constituyente, porque se instauraría un estado marxista», subrayó.
Asimismo, señaló que la consulta popular que llevará a cabo la oposición este domingo 16 está prevista en la Constitución nacional, ya que su convocatoria pasó por la Asamblea Nacional. Al respecto, invitó a la población a participar en dicha actividad.
Exigencias del Episcopado
En el referido documento la CEV reitera al Gobierno que retire su propuesta de una Asamblea Constituyente y permita la realización de elecciones, que reconozca la autonomía de los poderes públicos, abandone la represión inhumana de las manifestaciones opositoras y sancione a los grupos armados que llenan de zozobra a amplios sectores de la sociedad.
«Es urgente también abocarse a solucionar los gravísimos problemas de la gente y permitir la apertura de un canal de carácter humanitario para que puedan llegar medicinas y alimentos a los más necesitados en Venezuela», añaden los religiosos.
En cuanto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, los obispos piden que cumpla con su deber de estar al servicio del pueblo en el respeto y garantía del orden constitucional y no simplemente de un régimen, partido o gobernante. «Las personas que prestan su servicio en las fuerzas armadas, tienen el deber específico de defender el bien, la verdad y la justicia…Los militares son plenamente responsables de los actos que realizan, cuando violan los derechos de las personas y de los pueblos», indica el documento.
Piden a la dirigencia política que esté comprometida con el pueblo y nunca en la búsqueda de sus propios intereses. «Urge seguir dando los pasos para hacer respetar la voluntad democrática de todo el pueblo venezolano y buscar los mecanismos transparentes para encuentros y negociaciones que conduzcan eficazmente a la superación de la crisis», señalan.