La cuenta regresiva está en su etapa final. El pitazo inicial para el Deportivo Lara sonará este sábado en Maracaibo, cuando vaya al feudo del JBL Zulia para jugar la primera fecha del torneo Clausura.
En la medida en que se acerca la fecha del debut, crece la expectativa en torno a la oncena rojinegra, a sabiendas de que el certamen que está por iniciar supone una especie de revancha, luego de la estrepitosa caída que vivió el semestre anterior, cuando llegó a estar de líder en un punto del trayecto para luego quedar fuera de los puestos de clasificación al octogonal. Para un club que se fija metas ambiciosas, es una obligación cuando menos avanzar hasta los cuartos de final.
La directiva se movió en el mercado para conseguir piezas que le inyectan jerarquía a la plantilla. Y a decir verdad, era una necesidad traer hombres de experiencia, con recorrido, para evitar la crisis deportiva y psicológica del semestre anterior.
Vale recordar que este club pasó las últimas diez jornadas de la contienda sin sumar triunfos, con una defensa endeble y confianza nula, situación que le hizo bajar del cielo al infierno, de la azotea al décimo cuarto lugar, dentro de una historia que, lejos de final feliz, tuvo un cierre de pesadilla.
Han llegado, entonces, jugadores de calidad comprobada, pero que además traen en su hoja de servicios varias coronas en el concierto nacional y rodaje en el escenario internacional. Puede decirse, sin duda, que es una plantilla más experimentada, amen de que haya visto partir a sus dos grandes referentes de los últimos tiempos: Jesús Hernández y Darwin Gómez.
El más resonante de los ocho fichajes -al parecer todavía falta una incorporación para cerrar la nómina- es la del portero Carlos Salazar, quien viene de bordear nada menos que cuatro estrellas con el Zamora FC y es garantía de seguridad bajo los tres palos. Parece que hasta aquí llegarán los dolores de cabeza del técnico Leo González con una posición que carecía de un referente.
En la misma línea de Salazar, ganador de títulos y el agregado de haber vestido la camiseta nacional, el volante y defensor Giácomo Di Giorgi, de 36 años, sí, pero intacto en condiciones. Su experiencia puede ser clave en una zaga que sufrió mucho los meses previos, sin olvidar que se reencuentra con Gabriel Cíchero, con quien compartió en selección nacional.
También llegan con títulos en sus maletas los atacantes José Miguel Reyes, campeón con Anzoátegui y con Táchira, y Jesús González, ganador del torneo Clausura 2016 con la camiseta del Zulia FC.
De manera que están cubiertos los puntos débiles. Toca ahora la acción, el rodar de la pelota, y quedan a un lado las excusas.
El Deportivo Lara debe ser protagonista, lucir como aquel elenco de la primera mitad del pasado Apertura. No llegar a instancias decisivas y luchar por un cupo a competencias internacionales significará un rotundo fracaso de acuerdo a los planes trazados por la misma organización.
