Quienes pasan por los alrededores de los estadios Chino Canónico y Farid Richa, así como por la calle 39, se preguntan las razones por las cuales en los últimos tiempos se ha incrementado de forma alarmante la cantidad de puestos callejeros de compra de ciertos metales, como cobre, bronce, aluminio y otros, aparentemente sin control alguno por parte de las autoridades.
Al mismo tiempo, también se han incrementado los robos de tapas y medidores de agua, cableados del sistema eléctrico, transformadores y otros elementos utilizados en hogares e industrias.
El presidente de Hidrolara, ingeniero Pedro Sánchez, ha denunciado en varias oportunidades, ante el CICPC, los robos en instalaciones de la empresa, provocando la suspensión del suministro de agua a comunidades.
“Estamos cansados de denunciar, pero nunca han hecho nada; el problema persiste porque nos roban los equipos, como bombas, transformadores y cableados, y nuestros sistemas se paralizan”, manifestó.
Se presume que desde otras empresas de servicio, como Corpoelec y CANTV también se han hecho denuncias con los mismos negativos resultados.
El problema no se ha limitado a Barquisimeto sino que se ha extendido a otras ciudades, como Cabudare, Carora, El Tocuyo y Quíbor.
Precisamente la capital de Jiménez estuvo más de 20 días sin servicio telefónico, con el comercio paralizado parcialmente, por robo del cableado que suministra electricidad a una central.
Extraoficialmente se conoció que, en vista de que las empresas más afectadas son oficiales, el Sebin investiga para dar con los aguantadores.
“Lo que debe hacerse es investigar las fundidoras que existen en la ciudad porque esa gente que está cerca de los estadios sólo compra, aunque también deben ser investigados porque no averiguan de dónde salen los cables que les llevan”, expresó Segundo Meléndez, un comerciante del oeste a quien le robaron el medidor de agua.