Para recordar: “Como en los días de Noé… y vino el diluvio y los destruyó a todos” (solo se salvó Noé y su familia) (Lucas 17: 26, 27).
“El tiempo se acaba” es el título de un libro editado unas cinco décadas atrás, pero pareciera que Arturo S. Maxwell lo escribió hace poco. Allí se pasea, entre otros puntos, desde el temor del futuro; la unidad de Europa sin resolver; repunte del ecumenismo religioso; preparación para la hora final y un capítulo dedicado al “desplome de las normas morales”, desarrollada en el capítulo 6, p. 64.
En ese sexto capítulo, Maxwell habló de la descomposición social, asesinatos, robos, corrupción sin investigar o resolver; hogares destruidos; sexo desenfrenado; vándalos, criminales, mafia organizada, unidos a políticos o gobernantes. Cosa que sucede en el mundo actualmente y nuestro país no escapa de tal situación.
El título de hoy, el tiempo se acaba, pudiera representar un asunto diferente para cada quien: 1) Para un adulto mayor de cien años, o alguien con una enfermedad terminal, significa que se acerca el fin de sus días. 2) Para un religioso, la situación se refiere al fin del mundo. 3) Para un ciudadano común, contrario al gobierno de Venezuela, el tiempo se acaba, oponiéndose (hasta rogando al cielo) para que no se realice la Constituyente. 4) Para el gobernante y sus adeptos, el tiempo se acaba para los contrarios y la Constitución, como si hubiese algo digno que celebrar al aspecto.
En tal sentido, Jorge Fernando Quiroga R., expresidente de Bolivia, en entrevista a CNN en español, con Fernando del Rincón, en su programa “Conclusiones”, 06/07/17, dijo: “Falta poco para que se aniquile la República Bolivariana de Venezuela…pero deseo fuerza y fe para ese país”. Inclusive,hablando con Pedrito, un familiar que está fuera de nuestra nación, nos comentó: “…siento la situación de Venezuela como cuando a un padre se le muere un hijo”.
Por su parte, Jesucristo comparó el final de nuestro mundo,parecido a los días de Noé (ver texto inicial) y los malos fueron destruidos sin remedio. Sin embargo, al observar las profecías y lo que pasa en este país, es como ver las nubes negras en el horizonte y “todavía no es el fin”, pero el tiempo se acaba.
Dado lo anterior, antes de desanimarnos, debemos confiar más en nuestro creador quien hace milagros y ¡ya los está haciendo! Observamos funcionarios,personas del gobierno, o simpatizantes del mismo, manifestando no estar de acuerdo con la Constituyente. ¿Cuántos se abstendrán de ir a ese proceso?
Todos debemos entender, que el Todopoderoso a veces no puede detener lo malo o al malvado; eso sí, nos cela con amor, pero su Justicia infinita siempre llega.
Tal vez por ello, el apóstol Pedro insta a prepararnos: “Puesto que todas las cosas han de ser desechas, ¡cómo debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir! (2ª Pedro 3: 11).En este sentido, sobre la preparación para el tiempo del fin, Maxwell cierra su libro con estas palabras: “…teniendo nuestros pensamientos, deseos y propósitos en armonía con los pensamientos de Dios, ‘entonces’ descansaremos seguros en sus promesas y protección” (p. 128).
Pidámosle a Dios y no abandonemos el mejor deseo para toda Venezuela, y aunque pensemos que el tiempo se acaba, no perdamos de vista al Sustentador del reino de los cielos (ver Mateo 25: 31-34).