Para muchos, no se justifica que durante los cien días de resistencia ante la represión desplegada por los llamados organismos de seguridad, contra quienes protestan contra el Gobierno nacional, hayan sido derribados numerosos árboles verdes para utilizarlos como barricadas en calles y avenidas de la ciudad.
Otros, como el ingeniero Rubén Hurtado, exdirector regional del anteriormente llamado ministerio del Ambiente, considera que es un costo de la lucha que lleva a cabo la resistencia y el sacrificio de los jóvenes convertidos en protagonistas de esa lucha.
Este martes, quienes se desplazaban por la avenida Libertador observaban la gran cantidad de árboles obstruyendo parcialmente el tránsito automotor, algunos cortados desde el tronco, en el sector de Bararida y Patarata.
Hurtado anunció que la Comisión de Ambiente del Frente en Defensa de la Constitución y la Democracia se está estructurando una brigada de reforestación, conformada por ingenieros agrónomos y estudiantes relacionados con el tema, para, antes de que concluya el actual ciclo de invierno, sembrar nuevos arbolitos en aquellos sitios donde algunos fueron sacrificados.
Dijo que se tomarán en cuenta aquellas especies más resistentes a los ambientes de tránsito automotor, como la Libertador, entre los que figuran la Caoba, Roble y la Flor de Reina, que han demostrado ser resistentes.
“Ya hemos venido sosteniendo reuniones con ese propósito y esperamos la solución de la crisis política, que cesen los motivos de las protestas, para, luego de un inventario, proceder a la resiembra por parte del grupo que se constituirá”, afirmó.
Aclaró que en esta ocasión esos árboles están siendo utilizados “para preservar las vidas de esos jóvenes que salen a protestar, exponiéndose a los ataques de los órganos represivos y, sobre todo, de los llamados colectivos armados, que ya han dejado víctimas fatales en Barquisimeto y otras ciudades”.
Maximiliano Pérez, de la Red de Instituciones Larenses, por su parte, califica la utilización de árboles para formar barricadas, como una defensa ante la opresión.
“Eso podría ser un ecocidio urbano para evitar homicidios masivos”, enfatizó Pérez.
Manifestó su esperanza de que pronto ocurran cambios de gobierno para que cesen los motivos para protestas como las que se están llevando a cabo en Barquisimeto y otras ciudades de Venezuela.
Mientras tanto, en la ciudad seguirán las obstrucciones de vías con árboles como barricadas.