Mientras el Gobierno genera violencia; el pueblo, cívico, democrático y constitucionalmente, genera esperanza, dice Pablo Álvarez, coordinador electoral regional de la Mesa de la Unidad Democrática, al exponer el proyecto de la consulta popular del domingo 16, en la que los electores se pronunciarán sobre la propuesta de una Constituyente, demandar el cumplimiento de la Constitución por parte de la Fuerza Armada y la renovación de los poderes públicos.
“Ya hemos visto cómo millones de personas han venido, desde hace más de tres meses, desplegándose por las calles de Caracas, Barquisimeto y otras ciudades exigiendo el respeto al texto constitucional y en el transcurso de ese tiempo se ha registrado casi un centenar de muertes, muy lamentables, porque han sido en su mayoría jóvenes asesinados por ejercer el derecho a la protesta, porque el problema es más social y económico que político, ya que se está planteando el cambio de Gobierno porque este ha agravado la escasez de alimentos y medicinas, además de que con sus políticas erradas ha hecho que la inflación se haya disparado cada día con mayor fuerza y no exista la posibilidad de que la situación pueda mejorar”.
Al mismo tiempo, prosigue Pablo Álvarez: “la represión contra ese derecho se ha tornado salvaje por parte de organismos de seguridad, obedeciendo órdenes del Ejecutivo nacional, que pretende acallar acallar la protesta mediante la violencia más brutal jamás vista en el país”. Lo último que ha llamado la atención de la comunidad internacional ha sido la expresión de la barbarie cuando grupos violentos, utilizando objetos contundentes, han atacado con furia a diputados democráticos de la Asamblea Nacional, precisamente el día en que se iba a aprobar el acuerdo para la consulta popular.
-Pero, según voceros del oficialismo, ese proyecto de la Mesa de la Unidad Democrática es inconstitucional. ¿No se está anteponiendo esa consulta a la Constituyente, que según la oposición también es inconstitucional porque no se cumplieron los pasos correspondientes?
-Efectivamente, inconstitucional es la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente formulada por el Presidente Nicolás Maduro. Pero, la consulta propuesta por la Mesa de la Unidad Democrática y aprobada por la Asamblea Nacional, sí está apegada fielmente a la Constitución, de conformidad con los artículos 5, 62, 70 y 187 numeral 4.
El Poder Legislativo, aún más, se está cobijando con el artículo constitucional 333.Aquí lo que se está planteando claramente es que las instituciones funcionen conforme a lo dispuesto por la Constitución y no al servicio de un partido o de un régimen.Hemos visto cómo el Consejo Nacional Electoral en cuestión de horas se mostró muy diligente para llevar a cabo el proceso de la Constituyente presentado por el jefe del Ejecutivo nacional.
Lo hizo sin que ese proceso tenga normativa y se violentó la Constitución, porque ésta establece que cualquier evento de ese tipo tiene que ser precedido por la consulta popular.
Ese mismo CNE dilató los procesos electorales anteriores, como la solicitud del referendo revocatorio presidencial que no solamente se desarrolló según lo previsto constitucional y legalmente, sino con todas las normas adicionales creadas por el organismo comicial.
Y suspendió las elecciones regionales. Pero, ni siquiera esperó que se le entregara el decreto de convocatoria de la Constituyente cuando ya se había preparado todo para comenzar su proceso. Nosotros, apelando al mismo texto constitucional, lo que estamos es propiciando una consulta legítima porque se trata de un asunto de interés nacional, el cual obvió el Presidente de la República y el CNE. Lo que estamos exigiendo los venezolanos es el respeto a la Constitución del 99. No se consultó al pueblo si quería o no una Constituyente.
Oportunidad de expresarse
Se trata de un proceso abierto, explica Álvarez, para que el pueblo venezolano se exprese de manera cívica y democrática. Esas personas que hasta ahora no han ido a la calle a manifestar porque se han mantenido a la expectativa, o porque temen alguna posible represalia, o porque se encuentran preocupadas y no han sabido expresar su malestar, ahora tienen la oportunidad de hacerlo a través del voto.
Las tres preguntasLa consulta es muy sencilla, indicó. En la boleta que cada elector recibirá aparecerán las tres preguntas que deberá contestar afirmativa o negativamente.
1) ¿Rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela?
2) ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
3) ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional?
Puntos soberanos
Para lleva a cabo esta consulta serán instalados los que han sido denominados puntos soberanos. Será un sitio público, no en una iglesia sino en las cercanías de ella, ya sea católica o cristiana, donde como en todo proceso electoral la gente hará su cola.
En Lara habrá 115 puntos soberanos, que tendrán en total 935 mesas. Naturalmente, Iribarren por su población dispondrá del mayor número de puntos, 55; y, desde luego, mesas, 603.
Personal
En cada uno de los puntos habrá tres personas: el coordinador del centro, el responsable técnico y el de la logística. Otras dos personas serán los que cumplan la función del desarrollo del proceso: el monitor uno y el monitor dos, uno que se encargará de entregar la boleta y dará la explicación de votar; y el otro, que tendrá el cuaderno electoral. Asimismo habrá un monitor, cuya función es informar a la MUD.
HorarioEste proceso comenzará a las siete de la mañana y deberá concluir a las cuatro de la tarde. Pero, si hay gente en la cola, continuará hasta que cumpla con su voluntad la última persona que haya acudido al punto soberano.
El proceso de votación-¿Cómo se desarrollará ese proceso?La persona llega al punto soberano, muestra su cédula de identidad al encargado de verificar si es mayor de 18 años, recibirá la boleta con las preguntas, el elector rellena cada una con una equis, procede luego a depositar esa boleta en la urna, se acerca al responsable que tiene el cuaderno de votación para ofrecer sus datos personales, firma, coloca su huella dactilar ya manchada en la almohadilla de tinta, y se retira.
El ejercicio del voto será secreto.Una vez que se cierre la votación, se cotejarán las boletas con los datos que aparezcan en el cuaderno. Al concluir el proceso, esos cuadernos electorales serán destruidos y no le entregará información a nadie.
Nosotros, dice Pablo Álvarez, no vamos a exponer a la gente a que su nombre aparezca en una página oficial, sino que por el contrario vamos a darle seguridad a ese elector que va a participar.
