La imagenología es una de las áreas de la salud en la más se amerita tener la tecnología del momento, esto significa poder otorgar un diagnóstico certero y así poder contribuir a garantizarle al paciente una pronta recuperación; sin embargo, esto en Venezuela ha dejado de cumplirse por las necesidades que ya son de conocimiento público, siendo la falta de divisas una de las principales razones.
La deuda multimillonaria que mantiene el Gobierno nacional con casas comerciales ha provocado la desenfrenada situación que hoy en día se vive, en donde el simple hecho de acudir a un médico para realizarse un estudio significa una odisea.
Para el médico imagenólogo, Enrique Ferreira, el debacle en el área se ha estado agudizando desde hace dos años aproximadamente. Se trata precisamente de la necesidad que se tiene de comprar productos importados, los cuales no son fáciles de obtener ya sea por la poca presencia de estos en el mercado venezolano o por los altos costos que significa la compra.
El contraste radiológico es precisamente una de las sustancias que mayor demanda tiene en esta especialidad, pero que desde hace algún tiempo su obtención se ha limitado a muy pocos centros de salud, particularmente privados. “Antes se tenía en la mayoría de las clínicas, ahora no es así”, aseguró Ferreira quien además destacó que en muchas ocasiones ni siquiera las casas comerciales cuentan con este material dentro de su stock.
De tal manera, se hace cuesta arriba realizar un diagnóstico preciso, lo que significa que el paciente debe recorrer otros centros intentando localizar un mejor resultado o simplemente atenerse a un estudio que no cuenta con la tecnología más actualizada.
“Hemos visto un retroceso en la salud venezolana. Hay enfermedades que estaban erradicadas y están volviendo a aparecer, esto mismo ha pasado en este sector, en donde se tiene un retraso de 5 o 6 años con respecto a los diagnósticos realizados con tecnología de punta”, expuso el galeno.
Se trata de un hecho lamentable, considerando que cada vez son más los equipos que aparecen en el mercado y que no se pueden obtener debido a los altos costos. “Es algo que pasa con los equipos de tomografía, mamografía, que se les daña la tarjeta con la que funcionan y debe ser importada, es todo un proceso burocrático además de lo costoso”, dijo el especialista.
Ya sea la adquisición, mantenimiento o reposición es sumamente complicado por los precios, lo que por supuesto termina perjudicando al paciente quien debe cancelar una suma de dinero que no es costeable para muchos.
“En el Hospital Central se tiene un solo tomógrafo pero tiene como 6 años dañado, esto obliga a que las personas deban acudir a centros privados a hacerse el examen. Estamos hablando de que una tomografía de tórax pude costar 200 mil bolívares y esto sin contraste”.
El galeno consideró que actualmente el Ejecutivo nacional no está tomando las medidas necesarias para solucionar la denominada crisis humanitaria que se está viviendo; por el contrario, toma como prioridad la compra de material bélico para reprimir al pueblo. Actualmente son solo dos las casas comerciales las que se encargan de ofertar insumos, mientras que hace pocos años eran innumerables las ofertas que se tenían, lo que demuestra el debacle de hoy en día.
Destacó que solo un 4% del presupuesto nacional va destinado al sector salud, porcentaje que resulta insuficiente y que, se ha dicho que debería de al menos un 10%. A su criterio, resulta inconcebible el hecho de que ciudadanos venezolanos fallecen día a día por no tener sus medicamentos, algunos incluso esperando para recibir su tratamiento porque no se tiene en el país.
Como una solución a corto plazo consideró dar apertura al canal humanitario, asegurando que de permitirse la entrada de insumos y medicamentos a Venezuela el mundo entero se abocaría a recolectar para contribuir con la nación.
