Una buseta blanca tipo Nissan comenzó a recorrer varias calles del barrio El Tostao, algunos testigos indican que a bordo vendrían entre ocho a diez sujetos armados, buscaban como algo y muchas personas prefirieron guardarse en sus hogares.
Eran las 8:30 de la noche del viernes y Richard José Carrasco Carrillo, de 23 años de edad, caminaba por la calle 3 con carrera 3 del sector Los Olivos de El Tostao y se topó de frente con la buseta, se bajaron los sujetos, lo golpearon y un solo disparo se escuchó.
Luzmila Carrillo, indicó que a los minutos los vecinos fueron hasta la vivienda a avisar de lo sucedido y aunque corrieron hasta donde cayó su sobrino, ya no había nada que hacer, pues estaba sin vida.
Un disparo en la cabeza fue la causa de su muerte.
Carrasco Carrillo, era el tercero de seis hermanos. Se ganaba la vida como mecánico y trabajaba en casa de su abuela, además ofrecía el servicio de latonería y pintura. Desconocen si el joven conocería a estas personas, aunque no creen, indican que no tenía problemas con nadie.
Relataron que ningún vecino quería decir algo al respecto de lo sucedido.
Manifiesta que dicha zona está bastante peligrosa y más desde que invadieron unos terrenos por la zona, aseguran que no existe patrullaje alguno.
Luchó por diez días
Luego de diez días de encontrarse hospitalizado en el área de Cuidados Intensivos del Hospital Central, falleció Adrián de Jesús Rojo Rojas, de 25 años de edad. El joven el pasado 27 de junio le dispararon en el brazo y en el abdomen. Dicha lesión estomacal le afectó varios órganos y había sido sometido a dos intervenciones quirúrgicas. Este viernes 7 de julio se llevaría a cabo una tercera y soportó, pero a las 6 de la tarde falleció.
El señor Franklin Rojo, relató que supo lo de su hijo, porque el día del hecho él mismo lo llamó por teléfono y le indicó que estaba herido en el Hospital. Fue la única vez que se comunicó con él porque cuando llegó al centro asistencial ya estaba sedado y posteriormente lo entubaron, el joven solo apretaba la mano ante algunas palabras que le decía el padre, pero nunca habló.
Rojo da fe que su muchacho era una persona sana, contó que tenía tres años trabajando como taxista, era el mayor de tres hijos. Con su muerte queda huérfano de padre una niña de 6 años y un varón de 2 meses.
Residía en Alí Primera, sobre los hechos no sabe mucho al respecto, cree que su hijo venía con una carrera y fue secuestrado.
Según las versiones de Rojo Rojas, al ser ingresado al centro policial dijo que se resistió al robo y los testigos en esa oportunidad aseguraban que el herido pedía ayuda por las viviendas, manifestando que no lo dejaran morir porque tenía un hijo.
Ese día una persona falleció y ahora con la muerte de Rojo Rojas, pasó a ser un doble homicidio, ocurrido en el sector 6 de la Ruezga Sur, zona norte de la ciudad.