El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y su par de Chile, Michelle Bachelet, encabezan este viernes en Lima el primer gabinete binacional, una reunión a la que el anfitrión calificó de «hito» en el «convulsionado barrio» latinoamericano.
Kuczynski y Bachelet empezaron con una reunión privada la jornada del evento, que las dos cancillerías señalan como «histórico» debido a que no registra precedentes entre los dos vecinos, que exhiben una relación marcada fundamentalmente por los lazos comerciales.
“Éste es un momento realmente histórico, es la primera vez que los gabinetes de los dos países se han reunido en casi 200 años. Nos estamos acercando a través de los gobiernos (…), estamos reconociendo que en esta esquina del mundo tenemos que colaborar y ser amigos», dijo Kuczynski al inaugurar la cita ante Bachelet y los dos gabinetes.
El gobernante peruano enfatizó que «no se trata sólo de temas económicos, sino del entendimiento entre dos países democráticos, pluralistas, que han pasado por momentos muy difíciles en el pasado». Ambos países libraron una guerra en el siglo XIX que marcó la relación durante el siglo XX.
«Éste es un momento histórico del primer gabinete binacional, sino también es un gabinete que va a tener resultados concretos, que no sean solo palabras sino hechos», que se concretarán en una de cartera de proyectos, replicó la presidenta de Chile.
“Creo que es un hito en el barrio latinoamericano que está tan convulsionado», había dicho el gobernante peruano a la radio RPP antes de iniciar la reunión con Bachelet en el Palacio de Torre Tagle, una majestuosa casona virreinal del siglo XVIII que sirve de sede a la cancillería peruana.
Bachelet, acompañada de 18 ministros, llegó a Lima el jueves para participar en el encuentro del viernes.
Además de temas bilaterales, en la reunión abordarán asuntos comerciales multilaterales como la actitud del bloque de la Alianza del Pacífico (que ambos países integran junto a Colombia y México) ante el proteccionismo de la administración de Estados Unidos.
La reunión binacional de gabinetes ministeriales es la cereza en la torta de una estrategia impulsada por Lima y Santiago en los últimos meses, que busca acercar las visiones de los dos países, tras la crisis surgida en 2015 por unas denuncias peruanas de espionaje.
Según dichas denuncias, Chile habría pagado a militares peruanos para espiar a su favor.