El gobierno de Chile valoró este sábado la decisión de la justicia de Venezuela de trasladar al líder opositor Leopoldo López desde una cárcel a su residencia, donde cumplirá arresto domiciliario, pero pidió que dicha medida se transforme en la «liberación definitiva» del político.
López, el preso político más emblemático de Venezuela, se asomó sobre el muro de su casa en Caracas, horas después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) materializara su excarcelación, y envió un mensaje a sus seguidores asegurando que seguirá en «lucha» por «la libertad».
El gobierno de la socialista Michelle Bachelet dijo que «valora la decisión» del TSJ, pero espera que la misma «se traduzca prontamente en la liberación definitiva de López».
Asimismo, espera que «su salida de la cárcel sea un paso hacia un diálogo creíble entre el Gobierno y la oposición en Venezuela, con miras a un acuerdo que permita la normalización del orden constitucional democrático», añadió la misiva difundida por la Cancillería.
El TSJ -señalado por seguir la voluntad del gobierno de Nicolás Maduro- dijo que otorgó casa por cárcel a López por los «problemas de salud» del político.
López, de 46 años, fue arrestado en febrero de 2014 por «incitación a la violencia» durante protestas que pedían la renuncia de Maduro y que provocaron la muerte de 43 personas. Al beneplácito por la excarcelación de López, el gobierno chileno sumó su pedido de liberación de Braulio Jatar.
El periodista chileno-venezolano fue detenido en Venezuela el 3 de septiembre, un día después de haber difundido videos de protestas contra el presidente Maduro, y actualmente cumple arresto domiciliario.