Con motivo del 5 de Julio, día en el que se conmemora la Firma del Acta de Independencia de Venezuela, el Frente de Defensa de la Constitución y la Democracia, realizó ayer, en el Centro de Historia Larense, un foro cuyo ponente fue el abogado Freddy Castillo Castellano, quien subrayó que la fecha cobra fuerza en el presente, porque permite evocar con mayor cercanía y emoción la fundación republicana ocurrida en 1811.
Este año se gestó la Declaración de Independencia que meses después dio lugar a la aprobación de la Constitución que crea la primera República de Venezuela.
En este sentido, Castillo Castellano señaló que se trata de un hecho significativo ya que, al igual que en el presente, fue una lucha de civiles frente a un régimen despótico, en aquel entonces el poder colonial; un debate democrático por la libertad, con presencia de disidencia.
En su disertación recordó a figuras como Juan Germán Roscio, el civil más importante en la Declaración de la Independencia, y Francisco Javier Yánez, importante abogado que nació en Cuba pero ejerció su labor republicana en Venezuela; ambos fundadores del derecho constitucional en el país, el cual se fundamenta desde 1811 en la verdadera soberanía popular. También abogaron por la separación de poderes de la República, como garantía efectiva de los derechos, incluidos el de propiedad y a la libertad.
Con base en la reciente convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y la gesta de 1811, Castillo Castellano aseveró que en la actualidad sólo se justifica el restablecimiento de la democracia y cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
“Tenemos una Constitución que no es tan vieja, es reciente y que, al igual que la Constitución de 1811, establece la división de poderes, la participación popular, mucho más que en Constituciones anteriores, y en consecuencia no se justifica ningún llamado a Constituyente”, expresó.
Al consultarle cuál ha sido la tarea de quienes han tenido en sus manos la redacción constitucional, recordó que los procesos constituyentes que ha habido en Venezuela han sido históricos y naturales, no forzados. Se han producido después de una tiranía o en contra de un despotismo, por lo que se establece una etapa de refundación.
En la actualidad, no existe un proceso constituyente, sino una convocatoria arbitraria, injustificada e ilusoria, ya que en la misma convocatoria se establecen objetivos no previstos en la Carta Magna vigente para la ANC.
“No vivimos un proceso Constituyente, sino un proceso de rebelión democrática contra el Ejecutivo actual”, expresó.
Aseveró que el ciudadano de 1811 presionó para que se diera un proceso constituyente. La Sociedad Patriótica que los representaba en la calle, todos los días acudía a la sede del proceso constituyente para exigirle se declarara la independencia. En este sentido, se respondió al reclamo popular.
Al realizar una analogía entre la rebelión popular que exigía la independencia de Venezuela y la actual, el abogado recordó que existe un rol importante que debe ejercer el pueblo. “Al igual que el pueblo de 1811, ahora la ciudadanía está en las calles, pidiendo libertad, que se produzca un restablecimiento de la democracia, separación de poderes y la participación ciudadana verdadera, no burocratizada por el Estado”.
La rebelión popular actual, aseveró, aboga por defender la Constitución democrática, a fin de evitar el robustecimiento de las fuerzas despóticas.
Calificó como “estimulante” conmemorar y recordar, al fragor de la lucha y dificultades actuales, el acto de Declaración de Independencia de Venezuela. Dicho logro debe servir como fuente de inspiración para cualquier lucha, con expresión de las bases civiles frente al despotismo militar.
Acto de civiles
El abogado y exmagistrado Jorge Rosell, coordinador del Frente, calificó cualquier acto cívico-militar en este día como una ofensa a la civilidad venezolana, cuya gesta libertadora tiene su génesis la mañana del 5 de Julio de 1811, acto en el cual privó el sentimiento civil.
Recordó que si bien es cierto que la Revolución Francesa y Americana representaron el cese del absolutismo, sus conquistas ofrecieron derechos humanos extendidos a través de su reconocimiento legal en las constituciones de rasgos socialistas.
Para el abogado es lógico entonces que el Estado se abra al reconocimiento y satisfacción de derechos de las clases excluidas, pero esto no debe significar el ahogamiento de la iniciativa privada.
A criterio de Rosell se trata de una peligrosa e irresponsable conducción basada en ideologías marxistas, que anulan las conquistas de una sociedad moderna. Se irrespeta la propiedad privada para llamar al proceso eufemísticamente expropiación, con la ignorancia de garantías procesales a través de detenciones ilegales y juicios amañados, bajo el abandono de las características democráticas.
Al panorama se suma la pobreza crítica, escasez de alimentos y medicinas, el derrumbe de la producción y la inseguridad, vista con complacencia por el régimen para tener amenazada a la población.
El exmagistrado se dirigió a la Fuerza Armada Nacional e indicó que “la confrontación no es entre Gobierno y la oposición, la confrontación es entre el Gobierno y toda la sociedad venezolana… Esto no es una pelea partidista. Es básicamente de ustedes defendiendo a unos gobernantes inescrupulosos y de todo un pueblo que clama por libertades democráticas”.
Del lado del pueblo
Durante su participación en el foro, Monseñor Antonio José López Castillo aseveró que el papel de los sacerdotes ha sido siempre estar del lado de los civiles, unidos por la libertad de conciencia.
Reconoció que habrá tendencias militares que buscarán caminos de dictadura, despotismo y opresión, pero en el nombre de Dios, creador de la libertad, será posible recuperar un Estado democrático de civiles.
Alertó y pidió a la población seguir en la lucha por la democracia de Venezuela.
“Hemos sido libre y seremos libres. Qué Dios bendiga Venezuela”, exclamó.