Llegó la respuesta a la pregunta del millón: la Vuelta a Venezuela no va en su fecha original. Era un rumor y se convirtió en una versión oficial, una vez salió a la luz pública un comunicado de prensa despachado por la Federación Venezolana de Ciclismo (FVC).
La novedad es que no se trata de una suspensión, sino que de un aplazamiento, porque el plan del ente rector del pedalismo criollo es hacer la carrera dentro de tres meses, a la espera de que para ese tiempo la situación del país sea mejor que la actual y haya condiciones para sacar adelante un evento que requiere de tanta logística y seguridad.
“Muy responsablemente se ha tomado esta decisión. El ciclismo es un deporte muy hermoso y como tal debemos mantenerlo. Estamos posponiendo la Vuelta, y sería entre septiembre u octubre la fecha tentativa, la cual estaremos anunciando próximamente luego que la UCI (Unión Ciclista Internacional), a la cual pertenece (la prueba), nos confirme”, señaló Artemio Leonett, presidente de Feveciclismo, a través del texto de prensa que entregó para notificar la trascendental decisión, a solo horas del banderazo inicial, que estaba programado para este viernes en suelo trujillano.
Posterior a la publicación del boletín, el ente deportivo señaló que la nueva fecha para la disputa de la carrera será en octubre, entre viernes 6 y domingo 15, mediante un mensaje colgado en su cuenta oficial de Twitter
La nota informativa de la FVC indica que “la decisión (de aplazar) se tomó para evitar cualquier tipo de inconvenientes que puedan atentar contra la integridad física de los atletas, tanto nacionales como internacionales de Colombia, Chile y Cuba, quienes habían sido invitados”.
“Queremos dejar claro ante la opinión pública y ante nuestras organizaciones, clubes, asociaciones y atletas que ha sido una situación de fuerza mayor, ya que el evento estaba garantizado en lo organizacional como en lo económico, gracias a un trabajo mancomunado con el Ministerio del Deporte en la persona de Pedro Infante quien siempre ha estado presto a colaborar con nuestras actividades y en este caso con la Vuelta a Venezuela”, adicionó Leonett en su declaración por escrito.
El giro nacional estaba programado para correrse sobre un total de diez etapas, a partir del viernes, y coincidía con las cada vez más contundentes acciones de calle de aquellos que ejecutan protestas contra el gobierno nacional desde hace tres meses y poco más.
Contemplaba paso por diez estados del país, con inicio en Trujillo, para después bordear Lara, Portuguesa, Yaracuy, Carabobo, Aragua, Guárico, Anzoátegui, Sucre y Monagas, una travesía de los andes a occidente y después de los llanos a oriente, lo que implicaba un enorme dispositivo de seguridad para garantizar el desarrollo sin sobresaltos de cada una de las porciones.
Aparte de ello, si la carrera salía lo iba a hacer sin presencia internacional, toda vez que los extranjeros habían renunciado a venir, , y así el evento perdía el aval UCI como prueba de categoría 2.2, sin olvidar que le restaba brillo a una carrera que ya no contaba con el campeón defensor, Yonnata Monsalve.