Ha muerto uno de los grandes del Zulia: Kurt Nagel von Jess Lossada, que prestó a la historia, el derecho, la administración pública, la diplomacia, la docencia universitaria, genealogía y a la ciudad de Maracaibo como coleccionista de fotografías, al Acervo Histórico y como Cronista, un servicio inmenso.
Se equivocan quienes creen que la muerte es un factor de disminución, de fracaso o del comienzo del olvido. Para los que al partir dejan una huella imperecedera, la muerte es el tránsito a la inmortalidad y para los cristianos el día de la muerte, es la fecha de nacimiento. Es traspasar el umbral de la muerte en el viaje a la eternidad hasta llegar a la verdadera patria, que prometió Dios a sus hijos justos.
El hombre se construye su propia eternidad, es el escultor de su verdadera vida y Kurt sometido a varias vicisitudes supo derrotar la intriga, el secuestro, la perdida de sus documentos personales, el desprecio por la índole de su otra nacionalidad, en una palabra pudiéramos decir que fue un campeón de la adversidad, que no le bajaron el ánimo para seguir siempre adelante sabiendo empinarse hasta el más alto laurel gracias a sus méritos personales.
Kurt Nagel supo siempre reunir en su persona una unanimidad de afectos que le presentaban a los ojos de todos como un hombre cordial dispuesto siempre a ayudar las empresas nobles, no fue un hombre que se aburrió al final de su vida.
En la encrucijada que vive hoy Venezuela, la desaparición física de un zuliano de excepción, nos ofrece extraordinaria oportunidad para volver a levantar el estandarte contra el centralismo asfixiante y reafirmar como una vez dijera el Académico Hercolino Adrianza Álvarez “en el Zulia de que hay valores, los hay”. Kurt Nagel, las dos veces Presidente de la Academia de Historia del Zulia, ha sido uno de ellos.
No podemos seguir elogiando nuestro gentilicio solamente para el amor local. El Zulia ha sido una cantera de notables en la literatura, periodismo, medicina, comercio, el derecho, educación, historia y en el clero. Por eso bien hemos hecho en crear un Panteón Regional, nuestras propias Academias y el Premio de Historia Juan Besson, entregarlo post mortem por su talla científica y dimensión humana a Kurt Nagel.
Cuánta fuerza ética y moral nos ha dejado Kurt Nagel hasta el último minuto de su existencia, para no capitular ante los homicidas de nuestros estudiantes, ni transigir con los verdugos de la República.
Gracias Kurt por tu amor a Maracaibo, por tus aportes a la Historia del Zulia, a la sociología, aquí quedamos tus amigos de siempre, como una tropa ferviente para seguir fraguando la memoria de la tierra que nos vio nacer.
Y como dijera una vez Cecilio Acosta en memoria de un amigo ausente diremos: Yo no sé lo que siento, conmovidos estamos con tu partida y mientras lo grande sea grande y las virtudes se estimen como dignas, el nombre de Kurt Nagel von Jess Lossada resplandecerá en el Zulia con luces inmortales.