La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), fijó posición luego de 90 días de protestas ante la ruptura del hilo constitucional por parte del Ejecutivo y el Tribunal Supremo de Justicia, la persecución y hostigamiento a la sociedad civil.
En un comunicado consideran que el presidente Maduro escuche a la población que en su mayoría –según lo revelan las encuestas de opinión pública, rechaza la convocatoria de una Asamblea Constituyente y exige políticas que contribuyan a restablecer la paz social, la convivencia, la seguridad jurídica y personal, como marco indispensable para reactivar la economía. Así mismo, respaldamos la convocatoria de un referéndum para que los venezolanos ratifiquen su respaldo a la Constitución vigente.
Consideran esencial un consenso en torno a un Plan de Industrialización del país que posibilite incrementar la producción, garantizar el acceso de la población a los bienes que ésta necesita y generar empleos dignos, estables y productivos que incrementen el poder adquisitivo familiar.
Estiman que con la Asamblea Constituyente se perpetuará la destrucción institucional, mediante la elaboración de una nueva Carta Magna hecha a la medida de unos constituyentistas que son los mismos que destruyeron al país y que insisten en implementarla a pesar del rechazo mayoritario de la población. Califican como inaceptable que el Gobierno anuncie supuestos planes económicos para los próximos 100 años sobre la base de lo que existe en 2017; cuando lo que hay actualmente son ruinas, producto de 18 años de destrucción sostenida.
Repudian con la mayor firmeza las amenazas del presidente Nicolás Maduro según las cuales si la revolución bolivariana fuera destruida, lo que no se pudo con los votos, lo harían con las armas (acto público realizado el 27 de junio de 2017). Con esta amenaza, una vez más, el Presidente Maduro desconoce la democracia y establece su gobierno como una dictadura.
Venezuela no necesita una Asamblea Constituyente, ya tiene la Asamblea Nacional electa mediante el voto popular, directo y secreto. Venezuela no necesita una nueva Constitución. Lo que Venezuela necesita es la renovación inmediata de las autoridades y las políticas públicas, de manera que se restablezca la necesaria institucionalidad, la estabilidad y un marco de políticas que, a su vez, restituyan la seguridad jurídica para que la generación de confianza permita el flujo de inversiones imprescindibles para propiciar la reactivación económica.
Aseguran que la economía venezolana no resiste llegar a enero de 2019 en las actuales condiciones, ya que continuará su proceso de desaparición.
Los industriales venezolanos estamos convencidos de que Venezuela puede ser un país próspero, seguro y pleno de oportunidades para todos. Se requiere alcanzar acuerdos claros entre los diferentes sectores representativos de la sociedad: políticos con visión de estadistas; empresarios productivos con visión de futuro; trabajadores dedicados al trabajo; militares institucionales dedicados al resguardo de la Nación, profesores dedicados a la enseñanza, estudiantes dedicados a adquirir conocimiento; es decir, ciudadanos honestos, comprometidos y dispuestos a lograr juntos un mejor país.
¡Venezuela necesita el cambio con urgencia! Requiere de instituciones sólidas en lo público y en lo privado; de separación y autonomía de los poderes y del aporte de todos los que queremos producir ideas, bienes y servicios. Por eso, convencidos están de que: la asamblea nacional constituyente no es la solución, señala el comunicado.