“No tienes que ser un genio, un visionario o graduado para tener éxito. Todo lo que necesitas es perspectiva y un sueño”. Michael Dell
Otro elemento que diferencia notablemente a un empleado de un emprendedor es la disponibilidad de dinero. Un empleado recibe cada mes un sueldo que puede destinar para sus exigencias de consumo o de ahorro; en cambio un emprendedor si su actividad está bien, dispondrá normalmente de una mayor cantidad de dinero, pero debe estar muy atento ya que no es dinero que puede usar para las propias necesidades, por eso debe calcular y tener control de los diferentes gastos a los cuales debe hacer frente con el dinero que recibe. Un emprendedor que cumple con el deber de pagar impuestos, debe hacer la reserva de los mismos para tener el dinero a disposición cuando se presente el vencimiento de los pagos, ya que si no piensa en eso y considera el dinero de los impuestos como parte del propio ingreso, podría encontrarse en dificultad cuando llegue el momento de pagarlos.
Además de los impuestos, el emprendedor debe estar atento en reservar el dinero que le va a ingresar, para hacer frente a otros costos como: los seguros contra los siniestros, jubilaciones, compra de piezas de recambio, inversiones necesarias para el desarrollo de la empresa, para la formación de sí mismo y de sus colaboradores, mantenimiento, etc. Todo esto exige una atención minuciosa del dinero del cual se dispone y sobre todo si se proviene de una experiencia de empleado, debe tener una específica atención a no creerse de repente una persona rica, porque un emprendedor debe administrar mucho dinero que en realidad no le pertenece.
Otro aspecto importante a considerar y que señale en los costos, es la continua necesidad de formación y de ponerse al día, que hoy es requerida para cada colaborador y en primer lugar para quien quiere llevar adelante una empresa. Trabajar como empleado permite, en situaciones normales, de participar en un plan anual de formación. Algunas empresas forman de mas y otras de menos, pero todas garantizan un nivel mínimo.
El emprendedor tiene la ventaja de poder planificar su propia formación, según sus propias necesidades y deseo. La desventaja es que no sostiene enteramente los costos. Por lo tanto es necesario prever entre los gastos anuales, una cuota destinada a la propia formación y aquella de los colaboradores. Ponerse al día periódicamente y evitar la autorreferencialidad es esencial para un emprendedor, ya que le permite tener una visión más completa de la realidad que se mueve alrededor de la empresa. No es solo una cuestión de costos, es además una decisión de cómo usar el propio tiempo. Tiempo, que no es un problema de importancia secundaria, pero muchas veces sobrevalorado. Cuando se es emprendedor, el tiempo nunca alcanza y el riesgo es aquel de correr tras los problemas en vez de gestionarlos.
Definitivamente, llevar adelante la empresa, en un comienzo en una incubadora de empresas ayuda, porque se puede disfrutar de apoyo, de propuestas de formación y de información periódica y relacionadas con las propias necesidades.
Italo Olivo
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