Tras los hechos violentos ocurridos las últimas horas en la entidad, mermó 40 % la afluencia de viajeros en el Terminal de Pasajeros de Barquisimeto.
En la última semana la institución fue víctima de los atropellos por parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y grupos paramilitares armados, tal y como lo informó el director del Terminal, Luis Valencia, quien recordó que el miércoles pasado, luego de que los habitantes de la zona acataron el trancazo convocado por la Mesa de la Unidad Democrática, y mantuvieran las calles del sector cerradas, en horas de la tarde dos tanquetas de la GNB arremetieron contra quienes manifestaban para dispersarlos.
Según se conoció, en un primer momento lograron ahuyentarlos sin embargo, con el pasar del tiempo los ciudadanos se reagruparon y los funcionarios, sin mediar palabras, comenzaron a dispararles gases lacrimógenos e inició un intercambio de balas, lacrimógenas y bombas molotov.
“Nosotros teníamos que velar por la seguridad de los más de 3.000 pasajeros que estaban expuestos, incluso una niña de un año de edad casi que muere asfixiada por las lacrimógenas. Los guardias por su cuenta procedieron a atacarnos y derribar nuestros portones para así entrar. Tuvimos pérdidas de más de 40 millones de bolívares. Si la guardia hiciera un trabajo tan eficaz para garantizar la seguridad en la zona, seríamos un terminal sin ningún tipo de delincuencia”, expresó Valencia.
La angustia en el lugar continuó el viernes, momento en que se suscitaron distintos cierres de vía a lo largo de toda la ciudad y se evidenciaron colectivos que de forma anárquica agredían, robaban y saqueaban locales en distintas zonas.
El conductor Omar Rey relató que en horas de la tarde llegó un grupo de al menos 40 encapuchados y comenzaron a robar a todos los que se encontraban en el Terminal, incluyendo pasajeros y conductores. Para Rey ese momento fue como estar secuestrado, asegura que el grupo de rebeldes duró por lo menos dos horas en el estacionamiento de la institución, robando autobús por autobús.
“Todos los pasajeros fueron robados en su totalidad; ni siquiera pudimos salir a trabajar porque ya nadie tenía cómo pagarnos. En ese momento estábamos en una ciudad sin ley, y ningún organismo veló por nuestra seguridad; yo incluso vi cómo los colectivos le ordenaron a los guardias que estaban en un módulo, supuestamente cuidando el Terminal, que se retiraran”, indicó Rey.
Valencia aseguró que a partir del sábado comenzó a normalizarse la situación dentro del terminal. No obstante, este lunes el estacionamiento del terminal aún se encontraba vacío.
Los conductores en su totalidad fueron a trabajar, pero los autobuses permanecían vacíos durante horas, a la espera de los viajeros. El vehículo de Rey siempre llega a Caracas en horas del mediodía, el día de ayer cuando aún eran las 11:00 de la mañana, solo 10 pasajeros habían abordado la unidad. Otros choferes decidieron simplemente salir con unos cuatro o cinco pasajeros, aunque el viaje no significaba para ellos mayor ganancia.