De los tres meses que comenzaron las manifestaciones en el país en contra del Gobierno Nacional, para la entidad larense este viernes 30 de junio fue el más violento.
Represiones por parte de los cuerpos de seguridad, robos y asedios de paramilitares armados, así como saqueos, fue el detonante para que entre la tarde del viernes y madrugada del sábado 4 personas fueran asesinadas en Barquisimeto. Ascendiendo a 15 las muertes durante manifestaciones en el estado Lara.
Lo que si quedó en evidencia en dos de las muertes registradas ese día y según las investigaciones que adelantan el Ministerio Público y el Eje de Homicidios del Cicpc en Lara es que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) están usando armas letales para reprimir.
Tales caso serían los de Rubén Alexander Morillo Pereira (32) conocido como El Bube y el del señor José Gregorio Mendoza Durán (49), a quien cariñosamente llamaban El Morocho.
El Bube fue ultimado en la avenida Libertador con calle 54, poco después de mediodía momento en el que según testigos tres funcionarios de la GNB dispararon.
El Bube habría llegado del gimnasio, era una persona que nunca se metía en las manifestaciones, pero como muchos de los vecinos solía asomarse, ese día ante tanta represión, incluso se atrevió a caminar hasta donde estaban los castrenses para solicitarle que cesarán la represión, momento que fue fotografiado por unos vecinos, minutos después habría caído con dos impactos.
Uno en su brazo derecho y uno en el pecho, le segó la vida en segundos al comerciante, quien dejó huérfano de padre a tres niños.
En medio de la autopsia que fue practicada la mañana del sábado, de ambas heridas fueron extraídas esferas metálicas también llamadas metras. Ambas esferas quedaron incrustadas en su cuerpo, la esfera que sacaron del brazo derecho es de aproximadamente 5 milímetros y la del pecho de 8 milímetros.
Los testigos indican que lo que dispararon los GNB fueron sus escopetas, lo que podría ser evidencia que en este caso, al igual que en el de Roberto Enrique Durán Ramírez (24), conocido como El Chino y asesinado el pasado miércoles en residencias Terepaima, también usaron un cartucho preparado, comúnmente llamado como “aliñado”.
En el caso de El Chino, la metra extraída era de vidrio.
Carlos Muñoz, Fiscal 21 con competencia en Derechos Fundamentales fue el designado por el Ministerio Público para dicha investigación que apenas comienza el proceso de indagación, en donde se están declarando a los testigos y se buscan las pruebas y evidencias del caso.
Fue un fusil
Otro caso que llega también la Fiscalía 21, es la muerte de José Gregorio Mendoza Durán (49), quien fue asesinado el 1 de julio entre las 12 a 12:30 de la medianoche.
Este hombre presentó tres heridas en su humanidad.
Testigos relataron que el señor custodiaba el frigorífico donde trabajaba, porque se estaba llevando a cabo un saqueo en los chinos de Los Cerrajones. Sus familiares comentan que Mendoza Durán se fue asomar y en ese momento estaban los funcionarios de la GNB reprimiendo, muchos de los que saqueaban corrieron, pero el señor se quedó parado y hasta indicó que era un trabajador “que no lo mataran”, indicó un sobrino al ser entrevistado, pero de igual forma dispararon.
Según el mismo sobrino de Mendoza Durán los castrenses al ver que el hombre habría caído mal herido, recogieron las conchas y cartuchos que habrían disparado, para desaparecer evidencias.
Pero este sábado también se practicó la autopsia de este señor y en su cuerpo quedó un proyectil, el cual resultó ser de un arma de gran calibre, aparentemente un fusil. Es decir que el proyectil que mató a Mendoza Durán fue disparado de un arma de guerra.
Colectivos armados
Francisco Rojas Rubio (49) llegó la tarde del viernes 30 de junio, a la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, junto a Cesar Lovera (39) y Luis Suárez (30), los tres resultaron lesionados en la avenida Libertador con calle 44.
Rojas Rubio falleció al llegar, Lovera quien es el dueño del taller donde se encontraban fue herido en el abdomen y Suárez, solo tiene heridas de perdigón en la cabeza.
El caso del señor Rojas Rubio lo lleva Luz Marina Araujo, Fiscal 6ta, con competencia en Delitos Comunes.
Se pudo conocer que una vez que fue realizada la autopsia a este hombre le fue extraída de su cuerpo una metra de vidrio, además se visualizaron heridas por perdigones.
Según los testigos este crimen fue ejecutado por grupos violentos armados, paramilitares que llegaron los robaron, los golpearon y cuando tenían intensiones de agredir a la esposa de Lovera, este intervino al igual que lo hizo Rojas Rubio y fue en ese momento que les dispararon.
La Fiscal 6ta, también lleva el caso de Ramsés Enrique Martínez Carcomo (21), a quien asesinaron en Patarata, zona este de la ciudad. El joven fue herido la tarde del viernes, pero falleció la mañana del 1ero de julio.
Un disparo en la cabeza recibió este joven, se conoció que fue de un arma de fuego industrializada que habría recibido el impacto.
Testigos indicaron que el joven era un supuesto “colectivo” y habría estado amedrentando por la zona cuando se formó un tiroteo. Su familia informó que era del Frente Francisco de Miranda y se dedicaba al arreglo de teléfonos celulares.
Fotos de este joven fallecido armado y practicando disparos habrían salido a relucir pero nadie dio respuesta alguna sobre la procedencia de las mismas.
Ministerio Público y el Eje de Homicidios del Cicpc Lara dan continuidad a dichos casos a los cuales mantienen como prioridad.
Cabe destacar que de las 15 muertes registradas en la entidad durante las manifestaciones, siete son atribuidas a los cuerpos de seguridad, seis de ellas específicamente a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en tres de los casos poseen ordenes de captura y no son ejecutadas, cuatro personas que murieron en manos de un grupo de paramilitares, dos en manos de civiles armados, uno linchado y el caso del joven fallecido en Las Trinitarias del que no se han establecido responsabilidades.
