Si bien conocemos la frase “una imagen vale más que mil palabras”, hay que tener un poco de cuidado cuando navegamos por internet o estamos interactuando en las redes sociales, ya que se puede difundir contenido falso y sin verificación, lo que genera mal entendidos y en ocasiones, hasta zozobra
En una sociedad donde nos encontramos que todo nuestro entorno tiene teléfonos inteligentes o por lo menos, acceso a redes sociales, es algo que nos permite estar conectados todo el tiempo con personas a pesar de la distancia. Ahora, con los avances en la tecnología, como ciudadanos, nos vemos en la tarea de informarnos por estas vías. Con el acceso a internet, nos percatarnos de los hechos que están ocurriendo al instante, literalmente a velocidad de la luz, en comparación a los medios impresos que, aunque se destacan en el profesionalismo, profundidad e investigación de contenido, tenemos que esperar al día siguiente para enterarnos de las noticias, siendo esto, un favor negativo a la hora de viralizar una información. Todo este avance, ha originado un nuevo escenario de comunicación, en el que importa la inmediatez.
La digitalización nos permite disponer de información inmaterial, ubicada en dispositivos lejanos, siendo así que, las redes sociales juegan un rol primordial en la población, con la difusión de sucesos de manera instantánea; esto, hace que algunas publicaciones no posean una fuente oficial, lo que las convierte en un arma de doble filo, pues, la inmediatez puede privarnos de una información responsable y manejada con ética, además de fuentes poco especializadas dando como resultado confusiones.
El hábito de viralizar, prohíbe a los usuarios, tener una información verificada, certificada, investigada y analizada, perjudicando en algunos casos, la debida labor de los periodistas y el desempeño de los medios de comunicación. Ahora, las personas usan la tecnología de una manera interesante, con estas herramientas, cualquiera puede hacer periodismo ciudadano informal, tan sólo difundiendo, lo que pasa en su entorno con fotografías; pero, allí es cuando vienen los problemas, estamos saturados constantemente de tantas noticias, que no sabemos ni su veracidad e intencionalidad, lo que fomenta la desinformación.
Buscar el origen de una imagen y encontrar la original, parece un tema muy serio y casi que imposible, pero… aquí te mostramos unas herramientas que puedes aplicar a la hora que estés en apuros.
Redes Sociales…
Hoy, nos enteramos de una eventualidad primero por las redes sociales, luego en la radio, más tarde la veremos en medios audiovisuales y en diarios impresos.
En Twitter, contamos con 140 caracteres para convertirnos en voces informativas, pero, al ser una plataforma donde no hay filtros en las publicaciones, cualquiera puede difundir contenido no prudente, perjudicando a su vez, a personas por desconocimiento del contexto de la situación. Capturar una imagen no toma más de un minuto; si hiciste una foto y pretendes compartirla, agrega hora, fecha, ubicación y añade una descripción con detalles de los hechos que se muestran, de esta forma, los demás usuarios sabrán que eres una fuente confiable.
Ten en cuenta…
Hay que prestar mucha atención a los detalles, averigua el lugar y las referencias, cerciórate que realmente fue tomada en ese sitio. Las imágenes nos ayudan a narrar lo que ocurre, pero también hay que tener un poco de prudencia, en caso que haya personas expuestas, hay que tratar de no publicar datos que puedan perjudicar la integridad de terceros.
Otro punto a resaltar es no manipular el contenido; si necesitas recortar o editar algo, que esto no cambie los hechos y caiga en malinterpretaciones. El sentido común y la responsabilidad, serán lo más elemental para garantizar la credibilidad. Realizar una búsqueda inversa de imágenes puede resultar útil, ya que, encontraremos la fuente original, evitar problemas por infringir derechos de autor, descubrir versiones manipuladas, averiguar la fecha exacta, analizar su veracidad y revisar si alguien ha usado tu contenido sin autorización.
Instrumentos…
Google Images: permite buscar imágenes, sólo es necesario introducir la dirección URL para encontrar dentro de la red, todos los archivos similares. También, permite filtrar las fotos, según los parámetros: fecha, tema, tamaño, color y tipo de imagen.
TinEye.com: es un buscador de imágenes inversas, que las conecta con sus creadores, al permitir a los usuarios encontrar el origen de la misma, se pueden investigar las imágenes almacenadas en una computadora, como las direcciones URL de fotografías dentro de la web, siendo un excelente sistema para encontrar copias o para identificar al autor y posibles versiones modificadas, siendo capaz de detectar montajes en Photoshop.
Jeffrey’sExifViewer: es una aplicación web que nos permite ver los datos ‘Exif’ de una imagen, además de identificar las similares, que hay en el espacio virtual, arroja datos más avanzados, trabaja con la fecha y hora en la que se tomó una fotografía, conoces al usuario, el tipo de cámara que se empleó y la geolocalización.
JPEGSnoop: a diferencia de las demás, nos permite detectar si la imagen, ha sido retocada digitalmente. Puede abrir archivos AVI, DNG, PDF, THM y JPEG. Por lo tanto, arroja resultados con: fecha, tipo de cámara y hasta ajustes del lente. Teniendo esto en claro, ahora no hay excusas para difundir contenido sin verificación previa.
