“Los guardias le dispararon sin razón”, fue lo expuesto a EL IMPULSO por los familiares de José Gregorio Mendoza Durán, de 44 años de edad, quien recibió disparos letales de un arma de fuego en medio del ambiente de caos y confusión generado por los saqueos que se registraron en el barrio José Félix Ribas, al oeste de Barquisimeto, durante las anárquicas horas de la noche y madrugada de viernes y sábado.
“¡Por cuidar ese pedazo de carnicería! Y ahora quién cuidará a sus hijos. Yo no debí dejar ir a mi loco por ahí”, gritaba la esposa del hoy occiso, la mañana de este sábado, a las afueras de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda (Hcuamp).
Allí relataron que este hombre, conocido popularmente como El Morocho, estuvo desde tempranas horas custodiando un comercio que tenía con su hermano en la zona, y en el que era el encargado de la frutería. La noche anterior a la de su homicidio, ya un frigorífico había sufrido los embates de una turba hambrienta y enardecida.
Según el reporte policial fue lesionado mortalmente como a las 12:30 a.m. de este sábado. No hubo quien lo auxiliara, puesto que la gente corría mientras GNB disparaba balas para dispersar a la multitud que saqueaba el supermercado Los Cerrajones –a una cuadra de distancia de donde cayó-.
“Colectivos y guardias llegan disparando sin importar a quien se llevan por delante. Él estaba cuidando su lugar de trabajo y, bueno, perdió la vida (…) Ya es hora que abran los ojos, que se acabe tanta delincuencia”, manifestó una allegada a Mendoza Durán.
El hoy occiso vivía en Villa Torre, kilómetro 7.5 de la vía a Quíbor. Deja cinco hijos, entre ellos, una niña de cinco años de edad.
Dos negocios saqueados
Desde la 1:00 p.m. de este viernes comenzó la situación irregular en José Félix Ribas y Los Cerrajones, cuando distintas comunidades empezaron a quemar caucho en la avenida prinicpal; pero fue a las 3:00 p.m. que, de manera enfurecida y con mandarrias, abrieron boquetes en el supermercado Los Cerrajones para arrasar con mercancía de todo tipo. Lo más valioso, según los trabajadores, eran los pañales importados, televisores, neveras y otros electrodomésticos. También incendiaron una de las entradas.
Los militares llegaron en tres tanquetas al sector y, comentaron, empezó a disparar perdigones y bombas lacrimógenas, como a las 4:00 p.m. Sin embargo, no pudieron controlar la situación.
Un castrense herido fue el detonante para que la GNB se retirara y se viera limitada a hacer rondas hasta las 2:00 a.m. del sábado; hubo intercambio de disparos entre guardias y “el malandraje”.
El supermercado Feliz 13, contiguo al ‘SuperCerrajones’, también fue violentado.
Se conoció extraoficialmente que hay detenidos por estos casos.