La propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente que mantiene Nicolás Maduro, a pesar de haber transcurrido noventa días consecutivos de protesta contra esa decisión aprobada por el Consejo Nacional Electoral, no tiene asidero para dirigentes políticos, analistas, profesionales del Derecho e intelectuales consultados por EL IMPULSO.
Al jefe del Estado no le ha importado la pérdida de más de ochenta vidas y el luto de numerosas familias por ese motivo, ni mucho menos las opiniones preocupadas de mandatarios, parlamentarios y organizaciones internacionales, ya que ha llegado al extremo de amenazar con la utilización de armas si no tiene los suficientes votos para continuar ejerciendo sus funciones como heredero del proyecto político de Hugo Chávez.
Su oferta de hacer una Constitución, según sus propias palabras, para “la unión, la participación, la democracia y la libertad, así como encarar y enfrentar la situación y encausar una solución verdadera, directa, libre y definitiva”, es puesta en duda, ya que los entrevistados coinciden en señalar que lo que busca es mantenerse en el poder junto con una cúpula militar que está usufructuando beneficios y consolidando una dictadura, que cada vez se hace más represiva, motivo por el cual indicaron, cada quien por separado, en afirmar que esa Constituyente empeorará la crisis política, económica y social que hoy padece el país.
Al Gobierno se le acabó el tiempo
-Usted – le planteamos al Dr. Eduardo Fernández, excandidato presidencial, especialista en Derecho Constitucional y presidente del Centro de Formación Arístides Calvani IFIDEC- ha sostenido que hemos tenido demasiadas Constituciones. ¿Cree que la planteada por Maduro resolverá esta crisis política, económica y social?
-Los países serios, civilizados, se constituyen una sola vez. Venezuela se constituyó en 1811, mediante un texto constitucional elaborado por los patriotas. Esa es la única Constitución que nosotros debemos haber tenido a lo largo de estos dos siglos, ya que se le habrían podido hacer modificaciones, reformas, para adecuarlas a los tiempos. Es lo que han hecho los Estados Unidos de América, quienes siguen siendo la primera potencia del mundo, que han tenido solamente una Constitución, a la cual le han realizado 28 enmiendas. Nosotros hemos tenido treinta Constituciones, porque existe la manía de que el país cambia si se cambia la Constitución.
Con esta Constituyente se pretenden varios propósitos, pero los principales son: 1) evitar la consulta electoral, universal, directa y secreta al pueblo venezolano. El Gobierno le tiene miedo al voto popular. 2) Tener el poder absoluto. La Constituyente significa eso. Y como he dicho alguna vez: No me gusta el poder absoluto ni siquiera en las manos de mi madre o en las de mi esposa. En una democracia debe existir contrapesos, equilibrios entre la distintas ramas de poder público. Y no es aconsejable una Asamblea Nacional que tenga el poder absoluto. 3) La Constituyente es inútil. El problema de Venezuela no es constitucional, sino económico y social. Desabastecimiento, inflación, alto costo de la vida, inseguridad y demás problemas no se van a resolver con una Constituyente. Si no hay solución, se agravarán mucho más.
Creo que a este Gobierno se le acabó el tiempo, se le acabaron las ideas y se le acabó la gente. Lo que tiene que hacer –es mi recomendación- es preparar su salida de la manera menos traumática posible. Ya llevamos más de ochenta muertos y noventa días de conmoción social. Ojalá no haya una muerte más y el Gobierno busque la manera de organizar una transición para la recuperación plena de la democracia.
El Gobierno tiene una disyuntiva: o asume el modelo de Salvador Allende en Chile, que se quedó en el palacio La Moneda hasta morir; o asume el modelo del sandinismo, que negoció con la oposición y con la señora Violeta Chamorro la entrega pacífica del poder.
La gente está dispuesta al último sacrificio
La Constituyente surgió como una de las mayores violaciones a la Constitución, expresó el ingeniero Pablo Álvarez, coordinador electoral de la Mesa de la Unidad Democrática y de Avanzada Progresista en el estado Lara.
Cuando se hizo la convocatoria no se consultó al pueblo, quien decide si quiere o no una nueva Constitución. Eso se explica porque el Gobierno perdió la calle y el apoyo desde el momento en que los factores democráticos aglutinados en la Mesa de la Unidad Democrática obtuvieron la mayoría de la Asamblea Nacional. Convencido de que no podrá mantenerse mediante la votación popular recurre a una Constituyente fraudulenta.
Contrario a lo que dice el Gobierno, no solventa los principales problemas porque éstos precisamente han sido originados por las malas políticas aplicadas.
El fraude se hace más visible cuando vemos que los principales candidatos a constituyentes son integrantes del entorno del Presidente de la República: su cónyuge, la diputada Cilia Flores; el también diputado Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Unido Socialista de Venezuela; la excanciller Delcy Rodríguez y su hermano, Jorge Rodríguez, expresidente del CNE y alcalde de Libertador; y otros connotados personajes afines al jefe del Ejecutivo Nacional.
La gente se considera burlada en estos momentos porque el año pasado el Consejo Nacional Electoral impidió que se hiciera el referendo revocatorio y se llevaran a efecto las elecciones regionales; pero no vaciló un instante para aprobar el proyecto de la Constituyente presentada por el Presidente Maduro, destinado a eliminar la actual Constitución.
Nosotros hemos venido trabajando en la conformación de los Comités de Defensa de la Constitución, de manera que nuestros dirigentes se conviertan en cada comunidad en orientadores de lo que significa esa propuesta gubernamental, que no es otra cosa que consolidar su socialismo del siglo 21 traducido en hambre, miseria y muerte, porque por falta de alimentos y medicinas el pueblo más pobre está padeciendo cada vez con mayor intensidad.
Lo que persigue el Ejecutivo Nacional es establecer un modelo comunal de Estado, para poder accionar de manera automática con todos los poderes. Y es por ello que la gente ha decidido permanecer en la calle hasta que se restituya el hilo constitucional.
Los habitantes de muchos barrios que se habían mantenido expectantes, ya están saliendo a la calle y no temen porque están dispuestos a llegar al último sacrificio para recuperar la democracia.
La escogencia de constituyentistas
Por su parte, el Dr. José Gregorio Zaá, experto en materia electoral, calificó como una patraña la elaboración de los registros sectoriales.
Se hicieron, dijo, en los laboratorios del PSUV que es en lo que se ha convertido el Consejo Nacional Electoral.
Se han establecido dos ámbitos para ser candidatos a asambleístas: uno, territorial, según el cual se escoge un constituyentista por municipio y dos en el caso de las capitales de estado, que no son nominales sino escogidos por el principio proporcional del método “d Hondt”.
Y el otro, por el sistema sectorial, que va a depender de la rama de actividad a la cual esté identificado el aspirante: campesinos y pescadores, personas discapacitadas, estudiantes, empresarios, trabajadores, pensionados. Pregunto: ¿Quién elabora y cuál es el criterio para la formulación del respectivo registro electoral? Si nos referimos a los campesinos y pescadores habría que buscar en esas federaciones o asociaciones gubernamentales que se encargan de un control férreo de un censo de los integrantes de cada una de esas misiones relacionadas con la actividad del campesino o del sector pesquero.
En el caso de los empresarios son los vinculados al Gobierno, ya que éste tiene un registro de personas afectas a lo que son las pretensiones hegemónicas de lo que es el socialismo del siglo 21. En lo que respecta a los pensionados estamos hablando de un universo de más de dos millones y medio de personas, por lo que con toda seguridad se va a incorporar el registro que lleva el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Y los estudiantes, que es un sector fundamental, han sido desagregados en tres vertientes: universidades públicas, universidades privadas y las misiones, otorgándole un peso específico a cada uno de los asambleístas.
La Universidad Católica y la Metropolitana se negaron a entregar sus datas y, en consecuencia, no aparecen los nombres de aspirantes a constituyentistas. Y sobre las personas con discapacidad se requeriría una ley, pero no sabemos cómo se escogerán. Y se podría hablar de otros sectores, pero en definitiva es una estafa del Gobierno para tener una Asamblea Nacional Constituyente con un registro amañado que es controlado por el PSUV y es implementado a su leal saber y entender.
Paz con balas y cárcel
-¿Podrá la Constituyente, como ha afirmado el Presidente, lograr la paz?-se le preguntó al Dr. Rafael Narváez, exparlamentario y defensor de los derechos humanos.
-Con el propósito de acallar la protesta contra esa Constituyente, fue que el jefe del Ejecutivo anunció hacer uso de las armas y el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, exigió a la Fuerza Armada asumir la represión letal para buscar la paz. En apenas cuatro días ya se han producido una decena de personas asesinadas en manifestaciones.
Lo que ocurrió el jueves en Caricuao fue peor a lo que pasó en Los Palos Verdes, donde se produjo una situación represiva sin límites y en forma letal. El hecho de que varios estudiantes hayan sido apresados, colocados en una cava sin ventilación, a quienes la Policía Nacional Bolivariana les arrojó bombas lacrimógenas, desde el punto de vista penal, evidencia un caso de tratos crueles, inhumano y tortura, así como de homicidio frustrado. El Comité de Víctimas del Plan Zamora denuncia este hecho muy grave.
Tras consignar denuncia ante el Ministerio Público logramos la citación del comandante de la Guardia Nacional Bolivariana y ahora vamos a proceder a formular una denuncia formal contra el director de la Policía Nacional Bolivariana por sus actuaciones.
La Constituyente no busca la paz. Ya el Gobierno la está buscando con armas y con cárcel. Y por supuesto, de producirse una Constitución como la proyectada por Maduro habría mucho más represión y se produciría el desmantelamiento del Estado.
Es más, la Constituyente está en ejecución de hecho. Cuando ya más del 85 por ciento se ha manifestado contra esa propuesta, el CNE le está pidiendo al Plan República un perímetro de seguridad de 500 metros. Y lo más grave es si el Tribunal Supremo de Justicia convalida la tortura, tratos crueles y la muerte, y el defensor del pueblo se encuentra desaparecido y nada dice sobre lo que está ocurriendo. Con la Constituyente esta situación empeorará.
