El gobernador del estado Lara, Henri Falcón, se pronunció ayer para rechazar el asesinato del joven Roberto Durán, el pasado 28 de junio, así como la violencia que se ha generado en la entidad que representa.
“Ya suman 11 jóvenes que han caído en manos de la violencia y nacionalmente ya vamos para 100”, indicó.
Condenó los destrozos, saqueos y represión que se suscitaron en la ciudad. A su criterio, esto debe ser un llamado de atención y reflexión a la dirigencia política, tanto de oposición como del gobierno; puesto que da la impresión de que la población se está acostumbrando a ver como normal los asesinatos en las manifestaciones, lo que por supuesto genera preocupación.
Falcón espera que el ascenso que se ha tenido en estos hechos no continúen y así los caídos puedan seguir siendo recordados por sus nombres y no por números, dijo recordando el caso de El Salvador.
Consideró que ante la escala que han tenido estos crímenes se les volvió a dar la razón.
“Hace algunos años atrás dijimos: o dialogamos o nos matamos. Hace unos años atrás también repetimos aquí mismo: que la violencia no se apodere del país y comience una manifestación de calle transformándose en un hecho anárquico, que de la calle pase a los supermercados y termine en la sala de nuestras casas”, expresó Falcón.
A su criterio, ese momento está llegando y se está en una situación de descontrol pero también de represión de parte de los cuerpos de seguridad frente a la exigencia de un cambio que catalogó como “necesario y legítimo”.
Las circunstancias que se viven son el resultado de un descontento generalizado, pero que debe evaluarse con cuidado y por ende el llamado a la reflexión a ambos factores. “Urge una salida, una salida racional, lógica, una salida democrática; que nos permita sin complejo abordar como venezolanos”.
“Que esa protestas anárquica que de la calle, que la presión de los cuerpos de seguridad del Estado que alimenta la violencia y que no la controla, que no vaya a convertirse en una experiencia del día a día”.
Falcón recordó la crítica a la que fue sometido por instar al diálogo y que el gobierno, lejos de asumir la advertencia, ahora convoca una constituyente sin el apoyo del pueblo.
“¿Quién puede pensar en una constituyente con un pueblo muriéndose de hambre? Una constituyente con hambre no es más que una fugaz fantasía. No es una salida”, expresó el mandatario.
De esta manera aseguró que la dirigencia política del país tiene una responsabilidad histórica, no solo con el país, sino con las generaciones que se están formando y con aquellos que incluso se encuentran en otras latitudes.
“Hay que ponerle freno a este desbordamiento de sangre”, indicó. Para Falcón la situación se está saliendo de control y por ende, se suscitó la situación del pasado jueves en donde alrededor de 5.000 personas salieron a la calle a saquear, cosa que no pudo ser controlado.
Destacó el hecho de que las acciones que se generaron fueron precisamente en sectores populares, en donde la población tiene mayores necesidades y solían estar al favor del gobierno; no obstante, los últimos días han salido para expresar su rechazo al mismo.
“Es el hambre que campea, es la necesidad de sentirse atendido por un Estado que no atiende”, agregó el mandatario.
El gobernador espera que las situaciones no trasciendan a los hogares y sean estos los afectados porque el otro no tiene comida en su hogar y tampoco la consigue en los anaqueles. Finalizó reiterando el llamado a la reflexión de parte de los distintos factores políticos.