El aislamiento para los denominados presos políticos, que en su mayoría pertenecen a Voluntad Popular, aumenta de manera progresiva tras 92 días de protesta contra el presidente Nicolás Maduro.
La diputada a la Asamblea Nacional (AN), Adriana Pichardo, aseguró este viernes que su colega Gilber Caro estaría sufriendo de una “tortura blanca”, que se caracteriza por aislamiento en una celda que no tiene agua, luz ni la posibilidad de comunicarse con otros presos. Denunció que desde su traslado a la cárcel de Tocuyito, en Carabobo, el parlamentario ha perdido 12 kilos; además sufre de ansiedad y temblores que causan la repetición de pensamientos.
“Tiene todos los síntomas de la tortura blanca. Exigimos al responsable de este penal, Héctor Méndez, que cese con el abuso y la violación a los derechos humanos. Y a la jueza Luz Santafé que materialice el traslado de Gilber hacia un centro penitenciario que cuente con mejores condiciones. Si fue procesado por la justicia militar, entonces debería estar recluido en una prisión de este tipo y no en una común”, dijo.
También se refirió a los 300 privados que están en manos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), en el Helicoide. Recordó que los funcionarios de Polichacao iniciaron una huelga de hambre debido a la negativa de otorgarle la libertad plena, como fue ordenado, y a la que posteriormente se sumaron dos estudiantes bajo la modalidad de huelga de sangre. “No tienen permiso para ir al baño y solo tienen dos horas de luz solar al día. Si la problemática no se solventa en las próximas horas, todos nuestros presos se unirán en huelga, exigiendo respeto a sus derechos”.
Por su parte, la esposa de Yon Goicochea, Rosaura Valentini, destacó que están sufriendo descalcificación en sus huesos producto de las condiciones de reclusión.