El director general de la alcaldía de Iribarren, Diego Mendoza, expresó su rechazo rotundo contra los hechos que suscitaron ayer en la ciudad de Barquisimeto, particularmente en el Terminal de Pasajeros, comunidades afectadas por ataques represivos y el asesinato de un joven.
Aparentemente pasada la hora convocada para realizar el trancazo se aparecieron dos tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) quienes quisieron disolver a los ciudadanos que permanecían protestando, explicó Luis Valencia, director del terminal.
En vista de la situación decidieron cerrar los portones para resguardar a los al menos 3.000 usuarios y 100 comercios del lugar, sin embargo esto no fue suficiente para impedir que los uniformados arremetieran tumbando los portones y lanzando gases lacrimógenos en las instalaciones.
“No les importó la presencia de personas mayores ni de niños pequeños. Con las tanquetas recorrieron los andenes a toda velocidad”, denunció. En el ataque además se produjo el incendio de un vehículo y un punto móvil castrense; a pesar de tratarse de algo propio de la GNB, estos en un principio evitaron que el Cuerpo de Bomberos realizara sus labores para extinguir el mismo. Las pérdidas se calculan en 40 millones de bolívares durante las dos horas que duró el ataque.
Por su parte Mendoza destacó que el pasado miércoles se generaron más de 300 trancazos en el territorio municipal, a pesar de la efectividad que tuvo la actividad, los hechos violentos se suscitaron luego del horario establecido. “Ocultan su miedo en la oscuridad”, dijo con respecto al comportamiento ejercido por uniformados quienes arremetieron en contra de la ciudadanía y establecimientos municipales.