El ambulatorio de Pueblo Nuevo es una institución que, pese a las constantes acciones del hampa y a la manifiesta indiferencia oficial, desde hace años, gracias a la vocación de su personal, no interrumpe su valiosa atención en materia de salud a varias comunidades del occidente de Barquisimeto.
Esta semana, una vez más, debido a que no dispone de vigilancia alguna, los antisociales se introdujeron en la sede sanitaria y robaron todo el cableado que le transmitía la energía eléctrica.
Al quedar sin electricidad, dejó de funcionar la nevera donde se guardaban las vacunas que tanto necesitan las personas, sobre todo los niños, como las destinadas a prevenir el polio, toxoide, hepatitis B, así como la trivalente.
Magdalena de Blanco, representante de la comunidad, preocupada por su ambulatorio, se quejó de que nunca, desde la gobernación, se han preocupado en darle seguridad, lo que permite la continuación de las acciones en perjuicio, no sólo de la institución sino también de las comunidades a las que sirve.
Explicó que los delincuentes no solamente han dejado el centro de salud varias veces sin luz sino que también se robaron el tanque donde almacenaban el agua y han atracado al personal y pacientes a plena luz del día.
A todo eso agrega que, debido a las filtraciones, incrementadas con las últimas lluvias, en algunas áreas del inmueble no caen goteras sino chorros de agua, afectando el abnegado trabajo del personal que, pese a todo, no deja de atender a quien lo requiere.
El llamado es al gobernador.