“No tengas miedo de renunciar a lo bueno para perseguir lo grandioso” John D. Rockefeller.
Es importante saber que sucederá al cambiar, el trabajo de empleado por uno independiente, como emprendedores independientes o como fundadores de una propia empresa que sea capaz de dar trabajo incluso a otras personas. Para encontrar una respuesta, debemos probar a poner frente a frente ambas situaciones, la de ser empleado y aquella de ser emprendedor.
Veamos qué sucede con respecto a la remuneración. Como primera cosa es evidente que aquel que trabaja como empleado a final de mes recibe un sueldo, independientemente del hecho que la empresa vaya bien o vaya mal (por lo menos hasta que dure). Pero esto no debe dar una ilusión de seguridad. En realidad han pasado los años del puesto fijo hasta la pensión. Ya todos debemos hacer la cuenta con la idea de cambiar a menudo el trabajo ( por otra parte, profesionalmente, es algo que puede ser muy positivo si se maneja de manera adecuada). Independientemente del hecho que la empresa vaya bien o mal, es suficiente la adquisición de la empresa por parte de otra persona para provocar grandes reorganizaciones, a menudo con grandes cortes en la nómina. Finalmente, algunos sectores jóvenes y particularmente dinámicos son por su naturaleza más inestables, independientemente del tipo de relación que se tenga con la empresa.
Trabajar de manera independiente puede presentar dificultades en el plano de la seguridad en cuanto al puesto de trabajo, pero permite una fuerte conciencia sobre la situación, permitiendo siempre de tener el pulso real de la misma. La seguridad del trabajo no dependerá más de la empresa, pero si de nosotros mismos en cuanto a lo que hagamos cada día y de la bondad de nuestras decisiones. Una buena confianza en nosotros mismos seguramente ayudará a quien decida llevar adelante una actividad emprendedora.
Un segundo punto muy importante es el que tiene que ver con el horario de trabajo. Trabajar como empleado significa tener un horario. No es que el emprendedor no los tenga, pero normalmente este último se siente menos vinculado a llegar a una hora precisa al puesto de trabajo y por tanto puede decidir que le conviene más sin pedir permiso y tener que seguir reglas definidas por otras personas, en definitiva para un emprendedor el horario es un empeño personal ligado a la productividad.
Existen personas que han elegido la vía del emprendedor, solo por este factor, que puede influir más de lo que pueda sembrar: algunas personas son intolerantes a los horarios obligados. Por otro lado, trabajar como empleado te permite, en situaciones normales, de tener una vida de trabajo separada de la vida privada, a excepción de aquellos que les gusta quedarse todos los días al trabajo hasta muy tarde.
Definitivamente, un emprendedor, en sustancia, tiene la necesidad de ser siempre un poco comercial de sí mismo y de la propia empresa.