Tratamiento hay, también están las ganas de trabajar; sin embargo el hecho de estar en un servicio de calidad trasciende a esto. En 1942 se inauguró el Hospital Luis Gómez López para controlar la presencia de tuberculosos en el estado Lara, lo que para entonces era un lugar de renombre y de suma importancia. Hoy en día ha sido dejado en segundo plano y no se le da los cuidados que amerita, expuso María Ghini, coordinadora de salud respiratoria en la institución.
La especialista añora los tiempos en que se destacaba la labor que se realiza en el dispensario antituberculoso, cosa que iba más allá de un reconocimiento, sino de trabajar en pro del servicio para que se mantuviera como uno de los mejores.
Actualmente uno de los mayores inconvenientes que se tiene es el déficit de personal. Al menos 14 enfermeras son necesarias para tener una atención de nivel; los pacientes, que diariamente acuden a la institución, deben ser atendidos por apenas cuatro personas.
“Afortunadamente se tiene la mística de trabajo y se hace lo posible por dar lo mejor”, dijo Ghini, quien destacó que a pesar de las adversidades, el departamento que coordina ha logrado mantener a Lara como el penúltimo estado con menos tuberculosis en el país.
Semanalmente son diagnosticados un aproximado de nueve personas con tuberculosis, cifra que anteriormente era un máximo de cuatro. No obstante, esto podría ascender si los galenos se encargaran de dirigir a aquellas personas que tienen tos con expectoración al dispensario antituberculoso.
“Es necesario que los médicos soliciten la baciloscopia. También que las personas tomen conciencia y acudan al especialista al tener los síntomas”, indicó. Algunos de los indicadores que pueden permitir diagnosticar la tuberculosis son tos con expectoración, fiebre, cansancio, pérdida de peso, entre otros. “Donde hay hambre, hay tuberculosis” dijo Ghini quien indicó que la escasez de alimento genera un mayor número de casos.
La especialista reconoce que actualmente en el país se tienen múltiples deficiencias, pero considera que un servicio tan importante como el que dirige no puede dejarse perder, asegurando que, si se le presta la atención que amerita podrían convertirse en el mejor dispensario antituberculoso del país y ocupar la primera posición de los estados con menor estadística.
De tal manera, esperan que las autoridades correspondientes giren su mirada al importante programa y que además, la ciudadanía esté más dada a la importancia de tener un diagnóstico a tiempo.