El argentino José Antonio Michelena y el criollo José Miguel Reyes aterrizaron en Barquisimeto para plasmar su rúbrica con el Deportivo Lara y asomarse como opciones ofensivas de cara al venidero torneo Clausura y la Copa Venezuela, eventos programados para jugarse en pararelo desde el mes próximo y hasta diciembre.
Michelena llega procedente del Deportivo Madryn en su país y viene con una interesante cuota goleadora, toda vez que marcó 36 goles durante una estadía de tres temporadas en aquel elenco. Antes defendió los colores de Huracán Tres Arroyos y Racing Olavarría en suelo argentino, además de contabilizar una participación en el extranjero mediante el Real Potosí de Bolivia.
“Vine al Deportivo Lara con la intención de dar lo mejor de mí, llego a un equipo que en Venezuela ha venido haciendo las cosas muy bien, situación que a uno como jugador le llama la atención”, señaló el oriundo de Río Chico en declaraciones ofrecidas a través del departamento de prensa del club, una vez estampó su rúbrica con el equipo, el lunes en horas del mediodía.
Michelena, un jugador que suele tirarse a un costado, muy rápido y de buen trato a la pelota, admitió que le sedujo el circuito nacional, porque “es un fútbol bien competitivo que en los últimos años se ha vuelto de gran nivel en comparación con otras ligas”, asunto que, confesó, atrajo su atención “para demostrar lo que uno tiene”.
El fichaje del argentino fue anunciado por el club a principios de la tarde y horas después llegó la nota de una segunda incorporación, en este caso del atacante José Miguel Reyes, quien viene a Barquisimeto procedente de San Cristóbal, como parte de la negociación que llevó a Darwin Gómez al Deportivo Táchira.
“Estoy muy contento y listo para las nuevas metas que debo encarar, vengo con la ilusión de aportar lo mejor de mí. Estoy muy ansioso en dar y sobre todo demostrar en la cancha la oportunidad que hoy me da la directiva”, soltó Reyes tras cerrar el trato con la plana mayor del club.
Ambos jugadores tomaban rumbo a Acarigua para colocarse a las órdenes del técnico Leo González, quien encabeza una concentración de dos semanas en la vecina ciudad.