En nuestras infinitas ganas de explorar nuevas sensaciones, el sueño de pisar tierras africanas es uno de los más feroces; una combinación entre adrenalina y expectativa, que se mezclan con el olor más puro a naturaleza y nos pinta la visión con atardeceres, que solo el lugar más salvaje del planeta nos puede ofrecer. Justo allí, en medio de esa majestuosa inmensidad y rodeada de elefantes, leones, rinocerontes, entre otras especies instintivas, se encuentra un pedacito de Venezuela que a continuación conocerán…
Su nombre es Alexandra Olivieri (Ale), tan criollita como la mezcla de culturas que la define, de corazón nómada, espíritu libre y un amor efervescente por la naturaleza. Creció en Caracas pero desde pequeña tuvo la oportunidad de conocer diferentes rincones de nuestra tierra; su madre, una agente de viajes a quien define como “viajera empedernida”, se las ingenió para llevarla, junto a sus hermanos a diversos destinos turísticos: “Crecimos dando vueltas por el mundo gracias a ella y a mi papá”, nos cuenta.
Así, viajamos hasta sus recuerdos del pasado y nos relató que, entre los viajes más emblemáticos, se encuentra uno a Calabozo, estado Guárico, donde pudieron ver, en vivo y directo, a un oso hormiguero; destaca además, que los llanos eran el lugar ideal para acampar, navegar, montar fogatas y pescar, definiendo a Apure como su “lugar feliz”.
Ya de grande, la niña que amaba la naturaleza ocupó su vida en varios trabajos, entre ellos, un puesto en la Oficina de Atención al Ciudadano de la Alcaldía del Municipio Sucre, además de un negocio de catering de repostería: “Me turnaba entre hacer tortas de colores y analizar la información que obteníamos de los ciudadanos, tratando de procesarla”. Sin embargo, esto solo sería la antesala para lo que hoy día se encuentra haciendo…
Entrando en Materia…
¿Cuándo decides comenzar con esta aventura?
Cuando vine a África, tenía pensado que sería por un par de meses, la ocasión se presentó gracias a un “corazón partío” que me llevó a dejar todo atrás y lanzarme a venir a un voluntariado. Una vez que llegué me enamoré de la tierra, los paisajes, de un rinoceronte y un estilo de vida más simple y rústico, así que decidí quedarme y explorar todas las opciones laborales que podía desempeñar. Pasé un año y medio trabajando en centros de rehabilitación de animales salvajes y luego tuve la oportunidad de formarme como guía de safaris y pasar a ver a los animales en su ambiente natural.
¿Alguna vez sentiste miedo?
¡Creo que cuando empecé como ranger sentía terror! Por no haber crecido acá, temía que todos los animales silvestres estuvieran escondidos en la sabana, esperando que yo llegara para comerme. A medida que fui teniendo más experiencia, me di cuenta que no es así… A ellos les importamos poco y generalmente, prefieren seguir con su vida y no ocuparse de la nuestra.
¿Cómo se llega a ser ranger?
Ranger o “fieldguide”, como lo definen acá, es aquel que trabaja para llevar a personas en safaris en carro o a pie. Cualquiera puede serlo pero es un trabajo duro, largas horas que mucha gente abandona, porque se cansan. Para ello, Me formé en una reserva llamada Lion Sands Game Reserve, en la reserva de SabiSand, cerca del parque Kruger en Sudáfrica.
De las primeras experiencias cercanas con animales silvestres ¿qué nos puedes contar?
El primer animal con el que me relacioné fue con un facóquero (conocido también como Pumba), creció entre perros y era muy amigable; creo que mi primera siesta con el fue mi primer “insight” a la personalidad única e individual que posee cada animal salvaje. Siempre hay algo más escondido bajo la superficie, algo que hace único a cada quien.
Háblanos sobre la creación de WanderingThru…
WanderingThru es mi nuevo proyecto, ¡mi bebé! Hace años vengo soñando con la idea de llevar a la gente a los lugares más salvajes y recónditos del planeta para el turismo fotográfico. Por ahora, nos enfocamos en safaris o expediciones fotográficas en África, prestando también servicios de agencia de viaje. En el futuro, el plan es expandir las expediciones a distintas partes del mundo¡ hay tanto que ver! Soy de convicción firme que, una vez que las personas experimentan y viven un sitio, están más abierta a conservar y a proteger el ambiente que nos rodea.
¿Cuál fue el primer destino en hacer expedición?
Fue el rio Chobe en Botsuana, en mayo de 2016. Un safari, hecho en bote, donde nos concentramos en mejorar la fotografía y el conocimiento de la fauna africana de quienes nos acompañaron.
¿Alguna anécdota de expedición fotográfica?
¡Muchas! Alguien dejando caer los binoculares al lado de tres rinocerontes que dormían plácidamente; una vez, fuimos a buscar a los leones a pie y mientras mi “tracker” y yo no estábamos, pasaron al lado del carro donde estaban nuestros huéspedes; también, la vez que dejé las memorias de la cámara y conseguimos a los perros salvajes o cuando pasamos dos horas pacientemente, quemándonos bajo el sol, esperando que el leopardo se decidiera a cazar y después la recompensa de verlo… No hay dos días iguales, nunca sabes lo que te va a tocar. La naturaleza va a su ritmo, solo intentamos bailar a su son.
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de fotografiar un animal salvaje?
¡Rapidez! Muy rara vez los animales posan para nosotros, especialmente las aves. Es necesario acompañar la rapidez, con un conocimiento básico del comportamiento de la especie animal que se está fotografiando (papel crucial como guía es saber leer el comportamiento y alertar sobre los posibles movimientos del animal).
¿Qué tan cerca has estado de un animal salvaje?
Depende del animal, pero gracias al trabajo que desempeño muy cerca… Hace días tuve un elefante a unos dos metros del vehículo de safari en donde estaba y esta mañana estuve a unos 10 metros de una leopardo que posaba deliciosamente desde la cima de un termitero.
Si pudieras traer a un grupo de personas, de afuera, a algún lugar de Venezuela ¿cuál sería?
¡Los llanos! Mi corazón siempre tendrá olor a sabana y caño…
¿Cuáles son tus próximos planes?
Los más inmediatos son: ¡lograr ver los osos polares! Después de eso, el Congo me llama. Estamos buscando opciones para llevar a nuestro próximo grupo a ver los gorilas de Uganda e ir de vuelta a caminar entre gigantes (elefantes) en Zimbabue.
¿Qué mensaje les das a todas las personas que sueñan con que Venezuela se convierta en el nuevo destino turístico del mundo?
¡Fuerza, lo vamos a lograr!
Preguntas rápidas
¿Tres cosas que siempre se van contigo de safari?
Binoculares, cámaras y un libro de aves.
Si pudieras ser un animal serías:
Un hipopótamo en el agua todo el día y feliz de ser una gorda sexy (risas).
¿Lo último que fotografiaste?
Un cachorro de león de tres semanas de edad cuando su madre lo introdujo, por primera vez, al resto de la manada.
¿Tu lugar favorito en África?
A orillas del río Sand, bajo la sombra de mi árbol favorito: un sicomoro de 800 años de edad.
Venezuela es…
Esperanza.
“Siempre había tenido un sueño inexplicable de conocer esta parte del mundo…”
Información: Instagram: @WanderingThru