Cada 24 de junio, posterior al solsticio de verano, se celebra la fiesta de San Juan Bautista. Una tradición religiosa y cultural que coincide con la entrada de las lluvias.
Efectivamente una constante precipitación cayó en la entidad en horas de la mañana.
Como siempre algunas partes del centro de la ciudad se convirtieron en pequeñas lagunas.
Es un hecho constante en el lugar porque en ocasiones la capacidad que tienen los drenajes no da abasto a la cantidad de agua que rápidamente se puede acumular en la tan transitada zona.
Igualmente, en la avenida Ribereña se observaba el agua que bajaba por los distintos canales que se desbordaron.
Afortunadamente, y tal como lo informó el jefe del Departamento de Relaciones Públicas, Estadísticas e Información del Cuerpo de Bomberos, Luis Abarca, no hubo ninguna emergencia reportada.
En su opinión los drenajes han funcionado correctamente gracias a las limpiezas que ha realizado Imaubar, lo que permitió que todo se mantuviera en calma.
Destacó que los distintos entes municipales efectúan una jornada preventiva denominada Alerta BQTO, dedicada a la inspección y mantenimiento de las diversas quebradas que atraviesan el municipio.
En lo que va de año más de 40 quebradas han sido limpiadas.
Abarca, sin embargo, alerta que el mantener los drenajes limpios es un trabajo que le compete a todos, puesto que no solo la maleza obstruye los desagües, sino la gran cantidad de basura que está en las calles y es arrastrada por las corrientes de agua.
“Eso es lo que ocurre en el centro de la ciudad. El barquisimetano tiene la mala costumbre de arrojar desperdicios a la calle, lo que luego obstruirá los drenajes y se inundará esa parte de la ciudad. Lo mismo pasa en algunas urbanizaciones, y en estos casos se terminan anegando las viviendas en las zonas más bajas”, expresó Abarca.