La serie final de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) 2017 también significa una oportunidad muy especial para los dos entrenadores involucrados, toda vez que ni el argentino Guillermo Vecchio (Guaros de Lara) ni el puertorriqueño Tony Ruiz (Marinos de Anzoátegui) han dirigido en esta instancia ni han podido coronarse campeones en este país, a pesar de haberlo sido en otros.
En el caso de Vecchio, salvo en ocasión de su tiempo con Bravos de Portuguesa (1999 y 2000) y su primera pasantía con Guaros (2010), en el resto de sus experiencias en el país siempre le tocó llegar, como en esta temporada, en el rol de apagafuegos, pero nunca había podido salvar a su equipo al punto de llegar a una final.
No le ocurrió ni con Bucaneros de La Guaira (2011), ni con Panteras de Miranda (2012) ni con Trotamundos de Carabobo (2013). Cuando hace siete años lamentaba haber salido de forma abrupta y se despedía de Barquisimeto con sabor agridulce, pocos días antes de que su equipo rubricase el pase a playoffs de la mano del interino Carlos Gil, Vecchio no imaginaba que la vida le daría revancha en la misma plaza.
Llegó para recibir un equipo con foja de 14-10 y desde entonces ha ganado 18 de 21 partidos dirigidos (10-2 en ronda regular, 8-1 en playoffs), con balance de 11-1 en casa y 7-2 en la carretera (5-0 en postemporada). Este ritmo le permite acercarse a la posibilidad de ser el tercer coach argentino campeón de LPB, tras Néstor “Ché” García (2006 y 2011) y Fernando Duró (2015).
Contra su primera casa
A Tony Ruiz, el orgullo de Quebradillas, le tocará enfrentar a la franquicia que le dio su primera oportunidad en el país cuando, a mediados de la campaña 2008, Gustavo García dejaba su cargo como coach de Guaros de Lara en medio de un torneo para el olvido y problemas económicos.
Aquel Ruiz que guió al Guaros de Lara de “los obreros” en 2009 hasta las semifinales y que luego en 2012 volvió para ser el primer técnico de la era de Jorge Hernández como propietario -antes de que problemas de salud lo alejasen del cargo- ahora estará al frente de Marinos, su verdugo de aquella postemporada.
Tras pasos por Guaiqueríes de Margarita y Panteras de Miranda y por un par de franquicias en la Liga Nacional (LNB), esta es su gran oportunidad. Ha sido campeón en su país (2007 con Santurce) y en República Dominicana (2014 con Metros de Santiago) y estuvo a un paso en Colombia (2010 con Cúcuta Norte). Esta vez no enfrenta a “obreros” como los que dirigió sino al núcleo criollo más sólido de la liga y tres importados de primera categoría.