¿Cuando será que la gente de la alcaldía cumplirá todas las promesas que ha hecho de limpiar este cementerio que es patrimonio histórico de Barquisimeto?, se preguntó este sábado una señora que, a duras penas, pudo conseguir la tumba de un familiar fallecido hace algunos años.
Su pregunta es la de todas las personas que acuden al antiguo camposanto de Bella Vista, nuevo, o de la 42, como también se le conoce, en vista del bosque que, prácticamente, lo cubre todo, al punto de que algunas áreas, en especial las ubicadas al oeste, se encuentran impenetrables por el espeso bosque existente.
La visitante, que dijo llamarse Evangelina Sepúlveda, recuerda que varios funcionarios de la alcaldía, e incluso el alcalde Alfredo Ramos, han anunciado varias veces la recuperación del viejo cementerio, comenzando por eliminar el bosque, garantizando seguridad a los visitantes, hasta convertirlo en un museo a cielo abierto.
Ninguna de las tres promesas oficiales se ha cumplido y, mientras tanto, el bosque, o mejor dicho la selva, sigue creciendo, la seguridad es inexistente por completo, lo que permite a antisociales ingresar, no sólo de noche sino también durante el día, con el propósito de violentar tumbas individuales y panteones para robar lo que consideren de valor; y del museo a cielo abierto solamente se sabe de las intenciones de quienes lo están propiciando.
Como se ha informado reiteradamente, en el camposanto de la avenida Rómulo Gallegos o calle 42, que data de 1884, existen valiosos monumentos, muchos de ellos importados de Italia, que es obligante preservar pues forma parte de la historia de Barquisimeto.
Quienes este sábado le visitaban para limpiar las tumbas de sus familiares fallecidos, esperan que el alcalde Ramos gire instrucciones para que, de inmediato, se proceda a la eliminación del bosque y de verdad se ejecute una recuperación tantas veces demorada por desconocidos motivos.