Otra advocación mariana en el estado Lara salió en peregrinación extraordinaria por iniciativa de autoridades eclesiásticas. Ayer viernes, Nuestra Señora de Chiquinquirá de Aregue, patrona de los torrenses, visitó Carora como culminación del triduo de oración por la fe y la esperanza de Venezuela comenzado el miércoles 21 de junio.
El lienzo fue trasladado dentro del Chiquinquirá móvil en caravana desde Aregue hasta Carora. Una vez en la ciudad, en la entrada del sector El Roble la recibieron tres comunidades. Desde allí continuó la ruta por la avenida Pedro León Torres y a partir de la plaza Virgen del Rosario, frente al Mercado Municipal, fue llevada la imagen en hombros.
La tercera parada se cumplió en la plaza Independencia, donde el obispo de Carora, Luis Armando Tineo, se dirigió a la feligresía. Prosiguió la caminata por la avenida 14 de Febrero y cruzó en la calle Bolívar para llegar hasta la Catedral, punto final del recorrido.
En el trayecto se unieron a la peregrinación los fieles de las nueve parroquias de Carora y con ellos las imágenes de Jesús Nazareno, llevado desde la parroquia Divina Pastora; San Juan Bautista, desde la parroquia Sagrada Familia; y la Santísima Cruz, desde la parroquia Nuestra Señora del Carmen. Acudieron también al encuentro con la madre María creyentes provenientes de Curarigua, Arenales, San Francisco, Palmarito, Burere y Río Tocuyo.
Presidida por Tineo y concelebrada por el resto del clero caroreño se celebró frente a la Catedral la santa misa y al final expusieron a Jesús Sacramentado, momento en el cual el obispo recitó la oración de consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento, pronunciada por primera vez el 02 de julio de 1899 y que se repite en todos los templos del país esa fecha y en momentos especiales como el de ayer “para renovar la alianza de amor entre Dios y el pueblo Venezolano”, como lo explicó el vicario general de la diócesis de Carora, presbítero José Gregorio Quero.
Históricamente, la Virgen de Chiquinquirá solo había salido en peregrinación extraordinaria, es decir, en día distinto al primer domingo de octubre de cada año, en tres ocasiones. De la primera se tiene registro que ocurrió en 1772, cuando Carora fue azotada por una peste. La segunda, sucedió el 27 de febrero de 2010, año de angustia para los caroreños por los numerosos casos de secuestros. La tercera, se dio en noviembre de 2014 nuevamente por la salud de la población, pero esta vez por la enfermedad de chikungunya. En todas estas ocasiones, mencionó el también rector del santuario de Aregue, desapareció o se redujo el malestar por el cual se había recurrido al auxilio de la Virgen.
Ahora, en la cuarta visita inusual Quero no duda que el efecto también sea positivo: “Por supuesto que sí, porque lo pide toda Venezuela, lo que se hizo en Barquisimeto con la Divina Pastora y en otras partes, pedirle a la Virgen que como intercedió en las bodas de Caná, donde faltó el vino y ella intercedió para que su hijo obrara, hoy en Venezuela se ha perdido la alegría y la esperanza. Por eso, confiados en la madre esperamos que Venezuela reconquiste su democracia, la alegría y la paz que hemos perdido”.