Mientras el gobierno no garantice el suministro de 120 mil toneladas de trigo por mes, las panaderías continuarán sin su materia prima, las colas se multiplicarán y esto no se resuelve con las fiscalizaciones a las panaderías, asegura Juan Crespo, presidente de la Federación de Trabajadores de la Harina de Trigo.
Afirmó que varios molinos están paralizados por falta de materia prima, lo que afecta a las 10.000 panaderías que operan en todo el territorio nacional, están llegando barcos de 30.000 toneladas de trigo, lo que alcanza para una semana de producción.
Recordó que el molino que está ubicado en Catia, en el oeste de Caracas, con una capacidad para procesar 30.000 kilos por hora, lo que evidencia que solo este molino consume un barco de 30 mil toneladas en un mes, pero en estos momentos los inventarios están en cero, este cubre la Gran Caracas, el Distrito Capital y los estados Miranda y Vargas, y está trabajando a un tercio de su producción, porque es muy poco el trigo que ha llegado, y éste se ha repartido entre los 13 molinos.
Señaló que el molino de Turmero está paralizado, al igual que el de Maracaibo, también la planta de Catia La Mar que produce pastas, lo que genera una gran incertidumbre entre los trabajadores, cuya calidad de vida cada día se deteriora.
Precisó Crespo que los trabajadores no creen en inspecciones a las panaderías, sino que creen en soluciones, señalando que se han planteado alternativas para no hacer colas, también que el gobierno es el que va a controlar la distribución.
-Responsablemente quiero decir que la situación cada día empeora, se multiplican las colas y esto no lo digo yo, esta es una realidad que está a la vista de todos; se habla de una tal guerra económica, aquí eso no existe, lo que se requiere es que traigan cuatro barcos de 30.000 toneladas cada uno, que representan las 120 mil toneladas que se necesitan para regularizar las actividades del sector, afirmó.
Denunció Crespo en Globovision, que mientras se importa harina de México, Uruguay, de Italia que se vende a 8,900 mil bolívares el kilo, un saco de 45 kilos que sale de los molinos nacionales cuesta 18.000 bolívares, por lo que no se justifica que se siga importando pasta y otros productos de esos países, beneficiando a esos países, cuando lo que se impone es dar prioridad a los molinos, a los pastificios y a las panificadoras industriales que están en Venezuela.
