En el distribuidor Bellas Artes, en el municipio Palavecino, donde se desarrollaba una manifestación, ayer por la tarde, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se llevaron detenida a una joven. El arresto lo efectuaron minutos después de haber dispersado la protesta.
Después que los uniformados de verde aplicaran los usuales mecanismos de represión -con gases lacrimógenos y perdigones -para hacer desistir a los ciudadanos de protestar en las vías públicas, las personas que se habían concentrado en el distribuidor Bellas Artes se desperdigaron. De modo que la fila de vehículos que se había formado en la avenida Ribereña mientras la vía estaba cerrada comenzó a fluir. Instantes después de haberse restituido el tráfico, los castrenses aprehendieron a la muchacha a pocos metros del distribuidor.
En una moto y sentada en el medio de dos funcionarios la trasladaron hasta un tramo de la avenida Ribereña donde estaban aparcados dos camiones militares. En el trayecto ella gritaba insistentemente a los conductores que identificaran su rostro y procuraba elevar la cabeza para que la detallaran.
Luego, la hicieron bajar del vehículo de dos ruedas y la obligaron a entrar en la parte trasera de uno de los camiones militares custodiada por unos cinco castrenses. Desde el interior ella suplicaba que no la golpearan y a quienes estaban cerca pedía que identificaran su rostro.
La Organización No Gubernamental (ONG) defensora de los derechos humanos Funpaz, más tarde, logró obtener los datos de la joven. Se llama Isbelys Ortiz y tiene 21 años. A los parientes cuando solicitaron ante el organismo actuante verla, uno de los funcionarios negó la petición. Solo notificó a los familiares que sería trasladada al Destacamento de Seguridad Urbana (Desur).
Por la forma como se cumplió el procedimiento desde Funpaz, mencionó el coordinador local, Andrés Colmenares, consideran posible que se haya tratado de una detención “selectiva”, es decir, previa identificación de la persona como participante frecuente de protestas.