Estados Unidos y Venezuela tuvieron el martes tensos intercambios de palabras durante la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA), después de que un representante estadounidense dijera que el organismo debía pasar algún tipo de resolución para que el conflictivo país sudamericano se mantuviera fiel a sus principios.
John Sullivan, subsecretario de Estado estadounidense, pidió que los miembros de la organización aprobaran el nombramiento de un “grupo de contacto” integrado por países que mediarían en la crisis política y económica que ya ha cobrado la vida de 70 personas en Venezuela y ha reducido a parte de la población a la pobreza.
Sullivan describió su propuesta, por la que aún se debe votar, como un plan para crear un “grupo de amigos”, un conjunto de varios países de mediación como el que ayudó a terminar con la guerra civil en El Salvador en los años 80.
Los miembros del grupo serían nombrados más adelante y Sullivan dijo que sería “balanceado” y que incluiría a Naciones Unidas o al Vaticano. El subsecretario reiteró el interés de su país en que Venezuela libere a los presos políticos, sostenga elecciones libres y termine con la violencia.
La canciller venezolana Delcy Rodríguez, quien abandonó la reunión el lunes, volvió el martes y dijo que Estados Unidos sólo quiere intervenir en su país para aprovecharse del petróleo.
Sullivan respondió a los comentarios de Rodríguez y dijo que podían resumirse en tres palabras “distracciones, distorsiones e irrelevancias”.
Lo anterior provocó una nueva respuesta de Rodríguez: “Yo creo que la única forma en que (Estados Unidos) podría imponerse es con sus marines, que tendrán en Venezuela una respuesta contundente si se atreven a dar este paso”.
La OEA fracasó la tarde anterior en alcanzar una resolución para tratar de resolver la crisis política de Venezuela, pero Perú y otros países volvieron a mencionar la situación en la jornada de hoy. En Venezuela, las protestas en las calles han dejado al menos 70 muertos y más de 1,300 heridos.